De pequeño le llamaba la atención todo lo que su madre hacía en la cocina, pero ella se empecinaba en que saliera de allí, porque era “cosa de niñas”. “Las mamás son muy raras en la cultura libanesa, no dejan que los niños entren en la cocina”, dice el hoy chef ejecutivo pastelero del hotel St. Regis Bal Harbour (Miami Beach), Antonio Bachour.
Antonio Bachour
Chef ejecutivo pastelero del hotel St. Regis
Al boricua, de padres libaneses, ahora le apasiona enseñar, y asegura que si quisiera podría dar clases todas las semanas en un lugar diferente del mundo.Bachour es uno de los invitados al Fórum Internacional de Pastelería que se celebrará del 24 al 28 de agosto en Panamá y al Congreso Chef Unplugged, que se realiza en el marco de Panamá Gastronómica, del 28 al 30 de agosto.
¿Cómo fue ese primer encuentro con la pastelería?
Yo siempre estaba curioso, porque me gustaban mucho los postres que hacía mi mamá. Somos siete hermanos y al único que le gustaba estar siempre allí era a mí. Y siempre me decía: ‘No, eso es para las mujeres, tú vete a jugar con los niños’, en la cultura árabe es así.
Después mi papá montó un bakery (pastelería) y el chef principal era uno que había trabajado mucho alrededor del mundo y me encantaba verlo trabajar. Me pasaba desde que salía de la escuela hasta el fin de semana. Iba desde las 7:00 a.m. hasta las 12 de la noche. Tenía 12 años, y ahí me empezó a gustar la pastelería.
¿Se le quedó algo de la cultura de sus papás en la pastelería?
En mi casa mi mamá siempre ha hecho postres árabes: blaklava, el kanafe, el maamoul... los postres libaneses y árabes son de los mejores postres para mí. Son sencillos en cuanto a decoración, pero en cuanto a sabor son mis preferidos.
¿Qué es lo que hace bueno un postre?
Para mí, es bueno que sientas diferentes tonos de sabores: maracuyá, coco, y que sientas en tu paladar esa armonía o esa canción, y digas: ‘¡wao!, este postre es espectacular’ y sigues comiendo más porque quieres saber qué otros sabores puedes descubrir.
¿Qué tema va a tratar en el congreso?
Postres emplatados de restaurantes y postres en vaso. Es elaborar un postre de restaurante en un vaso, y que se puede llevar a un bufet.
En Panamá ha caumentado el gusto por la pastelería, ¿es algo generalizado?
Es en todos lados, es una locura. Yo este año he viajado más de 120 mil millas dando clases alrededor del mundo. Estuve hace dos semanas en Rusia, después vine a Panamá, posteriormente voy a México, luego a Suecia, después abro mi pastelería y después paro. Es una locura, no es aquí nada más ni en Estados Unidos, es en todas partes. Yo creo que es por las redes sociales, creo que lo que más ha ayudado es el Instagram, la parte visual.
¿Cómo nace la idea de la pastelería?
Será mi primera pastelería, aunque tengo la oferta de abrir otra en Dubai. La construcción termina en agosto y abrimos en octubre. Fue idea de mi hermano y una amiga mía. En esta parte de mi vida estoy dando muchas clases, estoy haciendo muchas cosas fuera. Esto me amarrará un poco, pero la abriré con todo el corazón y todo el esfuerzo. Trataré de hacer una de las mejores pastelerías de Estados Unidos.

