3:01 p.m. - Belfast, Irlanda del Norte (EFE).- Ni millones de euros, ni casas, ni coches de lujo: la herencia dejada por el fallecido futbolista norirlandés George Best a su hijo Calum, de 25 años, es un simple reloj de pulsera conmemorativo del Mundial de EU de 1994.
La hermana del ex jugador del Manchester United, Barbara McNarry, será quien se quede con una fortuna valorada en unos 800 mil euros, aunque esta cifra podría ser considerablemente inferior toda vez que se salden las numerosas deudas que contrajo esta leyenda del balompié.
Después de conocerse el contenido del testamento de Best, divulgado hoy parcialmente por una notaría de Londres, la prensa ha comenzado a ironizar sobre la situación de Calum, un personaje sin oficio ni beneficio famoso por su disoluto estilo de vida y su condición de "playboy". George Best falleció el 25 de noviembre de 2005 a los 59 años aquejado de una infección de pulmón provocada por su desmedida adicción al alcohol.