La diferencia no es mucha, pero sí es significativa. En 2014 las ventas de música digital (6 mil 850 millones de dólares) superaron a las de formato físico (6 mil 820 millones de dólares) por primera vez desde que ambas opciones compiten. El anuncio lo hizo hace poco la Federación Internacional de la Industria Discográfica (IFPI, por sus siglas en inglés).
El 51% de la música que se consume en todo el mundo es digital. Y en Latinoamérica, muchas más personas siguen el ritmo desde su celular, computadora o iPod. La IFPI reportó un aumento del 32% de dispendio digital en esta región.
En el caso de Panamá, y en el resto de Centroamérica, el dispendio de melodías digitales representó en 2014 el 85% del total de ventas de canciones, apuntan Harold Chávez, de Universal Music, y María Ruth Sánchez, de Sony Music.
El crecimiento de este renglón desde 2013 ha sido del 38%, añade Chávez. Panamá está a pocos pasos de llegar al 100% de digitalización musical, resumen.
FACTOR 'STREAMING'
No hay otro camino. El futuro del consumo de música definitivamente radica en el sistema streaming (acceso a una biblioteca de canciones en línea, sin necesidad de descarga), apunta Gustavo Diament, director para Latinoamérica de Spotify, el servicio de música online que lleva la bandera de esta tendencia que ha terminado de consolidar el formato digital.
Otros servicios como Grooveshark, Soundcloud, Deezer, Pandora o iTunes Radio han hecho lo propio desde el streaming.
Spotify (con 60 millones de usuarios en 58 países, incluyendo Panamá) no facilita la cifra de suscriptores que ha logrado captar en Latinoamérica desde su entrada en 2013, pero asegura que hasta mediados de 2014 por este lado del mundo se habían reproducido 2 mil 200 millones de canciones, el equivalente a haber escuchado música durante 14 mil 500 años de manera continua. Todo de forma digital.
La música vía streaming representa el 36% del total de demanda de sonidos digitales en Centroamérica, con un crecimiento del 113% en 2014, detalla Chávez.
Ha abarcado tanto mercado este formato tecnológico, que en países donde el asunto está más desarrollado, como Noruega, la radio FM está por desaparecer, agrega Sánchez.
Todo parece indicar que la música se mudará por completo a internet para ser consultada (y no descargada) desde allí.
