1:37 p.m. - BEIJING, China (EFE). -La desgraciada historia de amor entre un pastor y un hada es recordada hoy en China en el festival Qixi, equivalente al "Día del San Valentín", aunque cada vez menos popular debido a la occidentalización del país.
La leyenda cuenta la historia trágica de un pastor, Niulang, que debido a los malos tratos diarios que le infligía su cuñada decidió escapar del hogar en compañía de una vieja vaca, que en realidad escondía a una diosa enviada a la Tierra como castigo por haber violado las reglas del imperio celestial.
La vaca-diosa llevó un día a Niulang hasta un lago donde las hadas solían bañarse, entre ellas Zhinu, la más hermosa e inteligente. El pastor y el hada se enamoraron perdidamente y se casaron, pese a que el emperador de Jade, deidad suprema del Taoísmo, prohibía los matrimonios entre mortales y hadas, por lo que mandó a su esposa la emperatriz, para que se llevara de nuevo a Zhinu a los cielos.
Emocionada por la tristeza de Niulang, la vaca-diosa le instó a convertir su piel, una vez que la sacrificara, en zapatos, con los que el pastor consiguió saltar a los cielos en busca de la malvada emperatriz.
Llena de ira, la reina tomó su horquilla y la lanzó al cielo creando la Vía Láctea, que dejó separados a los dos esposos para la eternidad. Pero el amor y la devoción de Niulang y Zhinu conmovió a las urracas, que una vez al año, en el séptimo día del séptimo mes del calendario lunar, forman un puente para reunir a los amantes.