Después de un año de pausa por la pandemia, Italia ganó el Festival de la Canción de Eurovisión este sábado 22 de mayo con los roqueros del grupo Maneskin que conquistaron en Rotterdam (Países Bajos) a un público muy restringido por las medidas contra la Covid-19.
Tras ser cancelado en 2020 por primera vez en su historia, el concurso, conocido por las lentejuelas, trajes extravagantes y letras cursis, volvió como un mensaje de esperanza hacia la normalidad.
Con Voila, una canción sobre la autoafirmación, un tema íntimo que espera le sirva de tarjeta de visita para conquistar a una audiencia, la francesa Barbara Pravi, a menudo comparada con Edith Piaf, ha quedado en el segundo puesto, seguida de Suiza.
Miles de fanáticos de este concurso colorido que ondean banderas de sus países frente a las cámaras de televisión se han quedado con las ganar de ir a la ciudad holandesa debido a las restricciones de viaje impuestas para luchar contra la pandemia.
Millones de telespectadores siguen cada año el festival que esta vez ha tenido que reinventarse por las condiciones sanitarias. Solo 3,500 espectadores, que se han sometido a un test contra la Covid-19, han sido autorizados a asistir a la semifinal, la final y los seis ensayos generales. Es solo el 20% de la capacidad de la sala de espectáculos.
El grupo Måneskin, formado por una chica y tres chicos, proporcionó a Italia su tercera victoria en este concurso poco popular entre los artistas que reivindican la influencia de las “bandas de rock” tradicionales.
Måneskin significa “claro de luna” en danés, la lengua materna de la bajista de la banda, Victoria De Angelis.
Con el título que llevaron a Eurovisión, Zitti e buoni, ganaron en 2021 el gran premio de la 71ª edición del Festival de la canción de San Remo.
Influenciada por Noir Désir, Nirvana y Placebo, la banda de pop, reggae y funk fue fundada en 2016, cuando eran adolescentes, en Roma por De Angelis, Damiano David (el cantante), Thomas Raggi (guitarra) y Ethan Torchio (batería).


