Yazmín Colón y Laurentino Cortizo se conocieron en Washington, Estados Unidos.
Cada uno tiene una versión de ese encuentro, comenta la hoy primera dama. La de ella, es que se vieron por primera vez en un lugar llamado Café de Artistas, cerca de la universidad de Georgetown, frecuentado por universitarios latinos. Ella, quien tiene seis años menos que él, notó su presencia y le pareció un gringuito guapo. “No se veía latino, como yo”, explica.
En algún momento se tropezaron: “Excuse me, I’m so sorry”, se disculpó ella. Y él le contestó: ‘¿Es que tú no sabes hablar español?’. Esa respuesta fue un balde de hielo. “Es guapo, pero qué pesado”, pensó la estudiante puertorriqueña.
Intuyó que la intención de él era buscarle conversación, pero ella ya no quería. Efectivamente, desde ese momento él insistió en conocerla. Ella se negaba hasta que accedió y salió con él, junto a otra pareja de amigos. Su noviazgo duró cuatro años.

En 2019 cumplieron 34, de casados. “Van a ser [en total] 39 en enero y les digo que los primero 38 son los más difíciles”, dice con picardía.
Ella nació en Puerto Rico. En la Universidad de George Washington, Estados Unidos, obtuvo una licenciatura en letras y luego una especialización en la misma materia. Aunque en un principio su idea era estudiar derecho. Ya casada se mudó a Panamá. Tiene la nacionalidad panameña. Este es su país de adopción, el que le ha dado tantas alegrías, dice, incluyendo a sus dos hijos y dos nietos.
Durante la inauguración de la Fiesta Alrededor del Mundo, en Atlapa, subió a la tarima para dar unas palabras, pero antes pidió permiso para no usar el podio. Los que la conocen sabe que no le gusta la formalidad, se excusó.

A la audiencia contó que mientras estudiaba en Estados Unidos le tocó escribir alguna vez sobre multiculturalidad en ese país, pero realmente en Panamá vino a experimentarla. Panamá es el verdadero ejemplo de multiculturalidad. Sus palabras le ganaron aplausos, estaba ante un público de diplomáticos y personas que como ella habían elegido al istmo como su hogar.
‘El despacho no es un ministerio’
Yazmín Colón de Cortizo tiene claro lo que no es el Despacho de la Primera Dama: “El despacho no puede hacer funciones ministeriales, no es asumir una cartera de salud, de desarrollo social o de cultura. Pero sí puede servir de enlace y ayudar a gente”.
Dar asistencia social a los más necesitados y promover la cooperación y apoyo a los esfuerzos de otras instituciones sociales aparece como parte de la visión de su oficina, se lee en su página web.

El día en que concedió esta entrevista, el Palacio de las Garzas recibió a un grupo de niños colonenses. Eran invitados del programa Aprendo Paseando que desde la primera semana, el despacho ha puesto en práctica. Después, el grupo iría a visitar el Biomuseo.
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