El fila brasilero es una raza canina muy particular en estructura y temperamento, creada en la década de 1650, con el fin de obtener un perro de trabajo, con fortaleza y resistencia.
Si miramos a simple vista un fila, veremos claramente que su tren posterior está más elevado que el anterior. Esta característica proviene del bulldog. Si observamos su cabeza, reconoceremos la incidencia directa de la raza boodhound,
más conocida por las cómicas de Pluto, un excelente ejemplar de olfato agudo, perteneciente al grupo de los sabuesos. Estos perros, además, transmitieron al fila su piel y labios colgantes.
En la formación del perro fila ha intervenido también el poderoso mastiff, de quien ha heredado además su fortaleza, su color, máscara negra y colores de pelo. Cuenta la historia que un perro pastor traído por los portugueses contribuyó a que el fila tenga cualidades como ovejero de rebaños, pero no se ha probado que este atributo se deba a esta causa.
En la actualidad, el fila es uno de los perros más escogidos para la guardia, debido al apego a sus amos y la natural desconfianza hacia los extraños.
Es sumamente territorial, insobornable, seguro y muy tranquilo y apacible en condiciones normales. Su altura es más o menos 70 cm y su peso ronda los 40 kg.
Lamentablemente, como todos los perros poderosos, en las manos equivocadas puede ser problemático y esto lo ha llevado a estar en la lista de potencialmente peligrosos en algunos países, junto a otros excelentes congéneres, víctimas, en la mayoría de los casos, de gente mal informada e irresponsable.
