Me decía el buscador de talentos Miguel Ibarra, quien descubrió a los Grandes Ligas Carlos Noriel Lee y Olmedo Sáenz, que aun ganando de forma convincente como lo está haciendo el equipo panameño, hay un marcado escepticismo.
Esto son los menos, porque para mí lo que se ha logrado hasta ahora en la Copa del Mundo es meritorio y eso es justo reconocerlo y más cuando todos sabemos las dificultades que confrontó este modesto equipo istmeño durante su fase de preparación en el estadio Olmedo Solé.
Como bien lo señaló en su momento el ex big leaguer Olmedo Sáenz, todo mundo estaba pendiente de la comercialización del Mundial y de que no faltaran luces en los estadios, pero no fue hasta avanzados los entrenamientos cuando se acordaron que en el interior del país existían estos jugadores que dejaron el pellejo en el terreno para ganarse su puesto.
Por supuesto, que hay muchas tareas pendientes en el cuadro para terminar de ajustar todas las piezas de esta valiente tropa pensando en el duro terreno que tenemos que pisar en la etapa que viene.
Me ha gustado como ha respondido la temible ofensiva panameña, que sin contar con bateadores de largo metraje de calibre, excepto Fernando Seguignol, se ha dado a respetar en este certamen. La alineación está bien balanceada del primero al noveno bate y eso no se discute.
Me ha gustado que he visto esas agallas para competir de tú a tú en un nivel tan exigente como este. Y en ese aspecto tengo que darle el crédito a Olmedo Sáenz.
La idea de traer a jugadores probados y en ritmo de competencia, como Seguignol y Ángel Chávez, ha sido la clave para mantener carburando a la ofensiva.
No me ha gustado que los abridores no hayan podido sostenerse en el montículo y en algunos casos se han dejado tomar la iniciativa en los partidos, y creo que en ese aspecto hay que hacer los ajustes necesarios.
El larguirucho tirador colonense Alberto Acosta tuvo una sólida salida ante los puertorriqueños y se reafirmó como el lanzador más dominante del béisbol nacional.
A Paolo las cosas no le han salida bien, pero tiene la capacidad para levantarse y darnos una buena salida.
Se me ocurre que al prospecto Ángel Cuan le vendría bien un movimiento al bullpen.
Me ha gustado como ha respondido el bullpen, especialmente el trío de relevistas compuesto por Eliécer Navarro, Gilberto Méndez y el lanza llamas Yeilar Castro.
Einar ha mostrado carácter como mánager y ese es un elemento fundamental dentro del juego.
