Gómez: Tenemos que encontrar un justo medio; hay que encontrar un balance entre el derecho a la información y la presunción de inocencia. Antes de que se produzca el auto de llamamiento a juicio que rompe la mencionada presunción de inocencia, hay que buscar un mecanismo que, si bien las personas tienen derecho a estar informadas, la información proporcionada tiene que ser solo la necesaria y la sufuciente para que se conozca del caso y no para que se estigmatice a la persona.
El periodista tiene que contar con suficientes elementos de la fuente misma de la información, que es el ente institucional, para que no tenga que estar como "pescando información" por la calle. La ausencia de información fidedigna es la que ocasiona que en algunos casos los periodistas enfrenten procesos por calumnia e injuria.
La Prensa: ¿Qué piensa de los delitos contra el honor (calumnia e injuria)?
Gómez: No hay ninguna verdad que justifique atentar contra la dignidad de un ser humano, y atacar con la mentira es uno de los golpes más bajos que puede recibir el ser humano en cuanto a su dignidad como persona.
Pero lo cierto es que los procesos contra el honor resultan muchas veces innecesarios. Tal vez la injuria, que es muy subjetiva, podría evolucionar a un tema eminentemente civil. Es la persona que se siente infringida en su honor la que puede determinar cuánto considera que vale su reputación, honor o su estima.
Se puede hacer una separación de la figura de la calumnia, que es la imputación de un delito de manera falsa a otra persona. Me parece que esto amerita un análisis multidisciplinario con personas con tendencias modernas y con aquellas que expliquen por qué aferrarse a procesos antiguos con la finalidad de encontrar un balance. En este escenario hay que incluir también la necesidad de elevar el nivel del periodismo en Panamá.
Siento que esa debería ser nuestra meta: lograr periodistas cada vez mejor informados y bien capacitados, de manera que cuando un periodista difunde una información verdadera, soporta cualquier contradictorio y no habría necesidad de ningún proceso.
La prensa: ¿Promoverá este debate?
Gómez: Por supuesto; me parece que eso es parte de la tareas del Ministerio Público. La Procuraduría tiene iniciativa legislativa y siento que su trabajo debe ser proactivo y buscar siempre cuáles son las figuras delictivas que hay que eliminar, incorporar o adecuar a los tiempos en que se vive con el desarrollo de la tecnología. Pero los delitos contra el honor no serían los únicos. El cheque sin fondo sería uno de ellos.
Sobre los procesos a comunicadores, la nueva Procuradora es del criterio de que hay suficientes delincuentes en la calle como para estar persiguiendo periodistas...
