A casi un mes de haberse iniciado el año escolar, el Ministerio de Educación (MEDUC) ha tenido que hacerle frente a las protestas, cierres de calles y paros de clases que han protagonizado estudiantes y profesores de, al menos, seis colegios de la capital .
Sus causas: exigir mejoras en la infraestructura de los planteles, nombramiento de más profesores, dotación de mobiliario y material didáctico y un presupuesto para instalar laboratorios científicos e informáticos.
Tal es el caso del Instituto José Dolores Moscote, en Calle 16 Parque Lefevre, con una matrícula de más de 3 mil 300 estudiantes, y que desde el viernes pasado hasta ayer en la tarde mantuvo paralizadas sus actividades escolares.
Los profesores exigían soluciones a un horario de clases mal programado, el nombramiento de nueve profesores faltantes y la reparación de la infraestructura de las aulas y el gimnasio.
"En los salones de primer año hay casi 53 estudiantes y la capacidad es sólo para 35 alumnos", denunció Noikalis Osorio, vocera de los 162 profesores que laboran en ese instituto.
Dijo además que los horarios están mal programados porque hay horas de clases que chocan entre sí.
El director del plantel, Luis Londoño, manifestó que ese problema ya estaba resuelto y no entiende por qué los docentes no querían reanudar las clases. "Ya se nombraron siete de los nueve profesores y el horario está listo", puntualizó.
Armando Escarreola, subdirector regional de Panamá Centro, del MEDUC, se reunió ayer con los docentes, a quienes convenció de suspender el paro.
El pasado 14 de marzo, estudiantes y profesores cerraron la Vía España, para denunciar el hacinamiento estudiantil. La situación es similar en otros colegios, lo que también ha motivado paralizaciones y protestas a través de medios de comunicación social.
Uno de ellos es el Colegio José Antonio Remón Cantera, en Paitilla, cuyas aulas reclaman mantenimiento y falta de laboratorios de informática; el Instituto Nacional, en Santa Ana, cuyo pabellón histórico permanece cerrado por una lenta remodelación.
Otro tanto pasa con los colegios Elena Chávez de Pinate, en Juan Díaz; la Secundaria Santa Librada, en San Miguelito y Francisco Beckmann, en Alcalde Díaz, los cuales reflejan hacinamiento escolar.
El profesor y dirigente magisterial Andrés Rodríguez dijo que aún hay muchas más escuelas con limitaciones, derivadas del deterioro de la infraestructura y por la carencia de material educativo.
Para él, la lentitud burocrática en aprobar las partidas del Fondo de Equidad y Calidad Educativa (FECE), que suma casi 25 millones de dólares para obras de mantenimiento, es una de las causas del mal estado de más de 500 escuelas.
También citó que la falta de personal para atender esas necesidades con rapidez es otra deficiencia del MEDUC.
"No sé lo que le pasa al ministro, utiliza un discurso político cuando tiene que responder, pero desconoce la realidad de los colegios. Sólo se traslada a las escuelas que se inaugurarán para tan solo montar un show", dijo Rodríguez.
No obstante, el titular de Educación, Juan Bosco Bernal, afirmó que su despacho ha atendido todas las peticiones de los docentes a través de un equipo ministerial.
Además, catalogó las acciones de huelgas y manifestaciones de "negativas" porque afectan gravemente la educación de los estudiantes.
"El procedimiento que utilizan los miembros de la comunidad educativa que participan en esos actos no es conveniente. Ellos no agotan todas las instancias para mediar el problema", apuntó.
Añadió que para evitar esas acciones que afectan a los estudiantes cuentan con un director de plantel, un supervisor de zona y un director regional educativo para aclarar y resolver los inconvenientes surgidos, como sucedió ayer con el instituto José Dolores Moscote.
Bernal explicó que a cada escuela se le asignó parte de los recursos del FECE para atender sus prioridades.
