A las 6:00 de la tarde, miembros de la Policía Presidencial, vestidos de gala, arriaban la bandera panameña que, minutos más tarde, entregarían cuidadosamente doblada a la primera mujer en ocupar la Presidencia.
“Gracias, muchas gracias por acompañarme”, fueron las palabras de Moscoso, mientras descendía las escalinatas del Palacio.
Durante el canto del himno nacional, Moscoso, escoltada por sus dos vicepresidentes, Kaiser Bazán y Arturo Vallarino, lucía especialmente triste.
Sin embargo, aseguró que se iba “contenta y satisfecha por el trabajo realizado”.
Junto a Moscoso estaba también su hermana Ruby Moscoso y la ex ministra de la Presidencia y eterna compañera, Ivonne Young.
Llamó la atención la gran cantidad de personas que salió del Palacio antes de que lo hiciera Moscoso. Así, quienes hasta el momento habían sido ministros y funcionarios de la administración Moscoso, se apretujaban con miembros del Partido Arnulfista, intentando no perder el equilibrio.
La despedida de Moscoso estuvo cargada de símbolos arnulfistas: desde un gran cuadro con la figura del ex presidente Arnulfo Arias Madrid, pasando por el canto del himno de Acción Comunal, y la despedida con la típica “V” de volveremos.
Durante la salida de los arnulfistas y sus colaboradores, algunos periodistas fueron acusados de ser los responsables de los bajos índices de popularidad de Moscoso.
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