Las medidas incluyen el control de empresas y personas que se dedican a la venta de la fauna en mercados y calles de Managua, y grupos que se dedican a traficar de manera ilegal especies en las reservas silvestres que están bajo la protección del Estado, afirmó la subdirectora de la Policía Nacional, Ana Guido, en una rueda de prensa conjunta con el Ejército.
Las operaciones incluyen la expulsión de unas 80 familias que emigraron a la reserva forestal de Bosawás, en el Caribe norte del país, bajo cuya protección se movilizan, supuestamente, bandas de narcotraficantes. La misión es detener el "creciente deterioro de los recursos naturales, es alarmante la situación a la que estamos llevando nuestro país", dijo, en representación del Ejército, el coronel Orlando Talavera. Las actividades serán coordinadas por el Ministerio de Recursos Naturales y Medio Ambiente (Marena) con el apoyo de otras instituciones.
Nicaragua cuenta con 6.2 millones de hectáreas de tierra con vocación forestal, de las cuales 1.6 millones forman parte de las áreas de protección, que han sido afectadas por la explotación inadecuada de sus recursos con fines de exportación.