El estudio se realizó en el enterramiento denominado Chorro de Maita, descubierto en 1986 en la zona de Banes, provincia de Holguín, unos 700 kilómetros al este de La Habana.
Los científicos encontraron en esa fecha 108 restos humanos en la zona donde en la actualidad se levanta un singular museo, en el cual los visitantes pueden apreciar las osamentas en el mismo lugar y posición que fueron enterrados.
Uno de los esqueletos encontrados tiene rasgos europoides, y los especialistas suponen que es de uno de los primeros españoles llegados a la isla, que por alguna razón vivió con los aborígenes hasta su muerte.
La otra osamenta tiene características negroides, y se ha determinado que perteneció a un soldado del gobierno de Fulgencio Batista (1952-58), que murió en alguna acción combativa en la zona y fue sepultado allí.
Los antropólogos ubicaron que la osamenta menor de los aborígenes correspondió a una mujer de 134.7 centímetros de alto, estatura muy cercana a los límites actuales de los que se consideran enanos, menos de 130 centímetros.
El más alto, considerado un gigante entre esos habitantes de la Cuba precolombina, medía 175 centímetros.
La comparación de esos resultados con otros obtenidos anteriormente en la isla, reveló que la media de los indocubanos eran bajos cuando el "Gran Almirante" tocó sus costas.
