Many, Diego, Sid y el resto de los miembros de la familia animal más diversa del séptimo arte regresan a las salas de cines con Ice Age: Dawn of the Dinosaurs, de los directores Carlos Saldanha y Mike Thurmeier.
Aunque los críticos cada vez gustan menos de sus locuras, a los espectadores (especialmente a los chicos) les siguen pareciendo personajes encantadores.
En aspectos financieros, las Ice Age son relativamente baratas si se les compara con las películas producidas por la compañía Pixar, aunque obviamente la casa que hizo posible Wall-E es mucho mejor en cuanto a resultados artísticos.
Mientras que Ice Age (2002) tuvo un costo de producción de 59 millones de dólares, Ice Age: The Meltdown (2006) requirió de 80 millones de dólares. La más reciente, Ice Age: Dawn of the Dinosaurs (2009) necesitó de un fondo de 120 millones de billetes verdes.
La primera parte de Ice Age obtuvo en la boletería global 383.2 millones de dólares. Su continuación la superó con creces al conseguir 651.8 millones de dólares. Se espera que la tercera esté por encima de los 730 millones de dólares. Ya se verá.
En cuanto a la crítica, el asunto va estrictamente en sentido contrario.
Esta saga de animación nunca ha recibido los aplausos de los expertos, que se van cansando de la misma fórmula.
La primera entrega de Ice Age tuvo que conformarse con el 78% del apoyo de los conocedores en la materia. La segunda bajó casi al sótano con 57% y la que ahora se estrena en Panamá y en el resto del mundo le ha ido peor: sólo gustó al 35% de los críticos.
Los expertos en Estados Unidos han destacado la calidad de las imágenes de Ice Age: Dawn of the Dinosaurs, aunque lamentan que los chistes para adultos son más que los ideados para los chicos.
Algunos ejemplos.
El crítico de cine Michael O'Sullivan, del diario Wash-ington Post, la consideró “una decepción y una vuelta a la mediocridad”.
Mientras que su colega Peter Hartlaub, del periódico San Francisco Chronicle, dijo que era tan “emocionante como ver la nieve derretida”.
En tanto, Owen Gleiberman, de la revista Entertainment Weekly, señaló que lo único destacable de Ice Age: Dawn of the Dinosaurs es el “placer de seguir viendo la relación de la desventurada ardilla Scrat con su amada bellota”.

