La carne de ese camélido suramericano en sus múltiples variaciones, secada al sol, procesada como jamón, a la parrilla o formando parte de un carpaccio andino, será "la ama y señora" de los platillos que degustarán los jefes de Estado durante su estadía cuzqueña, según dijeron a EFE portavoces oficiales.
Durante el apogeo del imperio incaico, la alpaca vivió su época de gloria, porque era la carne favorita del inca y sus allegados, pero tras la conquista de los españoles cayó en el olvido y hasta hace pocos años tuvo el estigma de ser considerada "cosa de indios", según el sociólogo Mariano Valderrama.
Los camélidos eran consumidos como "cecina": secada en sal en las época de las "heladas", o cocinada bajo tierra y hierbas en la "pachamanca".
Perú posee más de 3.5 millones de cabezas de alpacas en los departamentos altoandinos de Cuzco, Puno, Arequipa y Huancavelica, cifra que constituye el 90% de la población de ese animal en todo el mundo.
Además, la alpaca peruana es reconocida a nivel mundial por tener la fibra más fina, que a su vez es tres veces más fuerte que la de la oveja y da siete veces más calor. En la actualidad, un abrigo largo hecho con fibra de alpaca se cotiza entre 400 y 500 dólares.
Alpaca, el gran sabor andino, de Hugo Carrillo, libro editado por el Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo, precisa que la alpaca "es la responsable fundamental de la subsistencia de la población altoandina" por su elevada cantidad de proteínas.
Según un estudio de ese centro, el 50% de los campesinos en el sur peruano vende la carne de alpaca "como una alternativa exitosa" frente al desarrollo tecnológico de la fibra del mismo animal, que es un proceso que toma de 10 a 15 años e implica una mayor inversión de capital de parte del campesino.
A partir de ese estudio se inició un trabajo de investigación que permitió compilar 300 recetas de platos hechos con alpaca, de las cuales se escogieron 100, con el fin de "sensibilizar a la población urbana".
El actual reconocimiento que goza la gastronomía peruana, que está considerada entre las 10 mejores del mundo porque mezcla las raíces indígenas con las influencias españolas, africanas y orientales, ha influido, de acuerdo con Hugo Carrillo, para "el regreso estelar" de la alpaca a las cocinas.

