Con una enorme decepción vivieron ayer, miércoles, millones de portugueses la derrota de su selección por 1-0 ante Francia en semifinales del Mundial de fútbol de Alemania 2006.
En el recinto de la Exposición Mundial de 1998 en Lisboa, donde miles de personas siguieron el encuentro en pantalla gigante, reinaba un silencio sepulcral tras el silbato final. Muchos hinchas rompieron a llorar.
Al mismo tiempo, sin embargo, muchos portugueses se mostraron orgullosos de haber llegado tan lejos en un Mundial. Además, el equipo puede vencer a Alemania en el partido por el tercer puesto y repetir la historia de 1966.
Así, a pesar de la derrota, numerosos hinchas salieron a la calle con la bandera nacional a celebrar.
