El francés Zinedine Zidane, protagonista el domingo ante Italia de uno de los momentos más negros en la historia de las finales de los mundiales de fútbol, fue premiado ayer, lunes con el Balón de Oro, como el mejor jugador del certamen.
El jugador de 34 años, que anunció su retiro del fútbol una vez que finalizara el Mundial, recibió 2 mil 12 votos de periodistas acreditados, una diferencia mínima, pero suficiente, sobre los mil 977 que votaron por el capitán italiano, el defensa Fabio Cannavaro. Tercero fue el mediocampista italiano Andrea Pirlo, con 715 votos.
Tras fracasar como sistema en Corea/Japón 2002 –cuando se eligió antes de la final al arquero alemán Oliver Kahn, de decisiva mala actuación en el partido final–, Alemania 2006 volvió a demostrar que votar antes del partido es una mala idea: los periodistas eligieron a Zidane antes de que el francés fuera expulsado del campo tras un violento cabezazo al italiano Materazzi.
Cuatro años atrás la votación se cerró antes de que se jugara el partido final. Esta vez la FIFA intentó corregir aquello, manteniendo abierto el proceso hasta las 24:00 de la noche del domingo. Pero el cambio no sirvió.
Zidane, que deberá recibir en persona el premio en las próximas semanas, se une así a la lista de dueños del Balón de Oro en mundiales, lista que integran el italiano Paolo Rossi (1982), el argentino Diego Maradona (1986), el italiano Salvatore Schillaci (1990) y los brasileños Romario (1994) y Ronaldo (1998).
El botín de oro como máximo goleador fue para el alemán Miroslav Klose, seguido del argentino Hernán Crespo, y como mejor arquero – premio Lev Yashin– fue elegido el italiano Gianluigi Buffon, sucediendo al alemán Oliver Kahn, dueño del trofeo hace cuatro años.
Zidane se convirtió en el cuarto jugador que es expulsado en la final de un Mundial de fútbol.
Los otros han sido los argentinos Pedro Monzón y Gustavo Dezzotti en la final de 1990 ante Alemania.
En la final de 1998 entre Francia y Brasil, fue expulsado por doble amarilla el francés Marcel Desailly.

