Fernando Alonso, doble campeón del mundo de Fórmula 1, y el equipo Mclaren-Mercedes, un grande en crisis dispuesto a darlo todo, caminan ahora juntos: McAlonso tiene la misión de lograr en 2007 el "tres en raya" con su nueva escudería y devolver así a las "flechas de plata" su puesto en lo más alto.
Alonso, tras dos campeonatos consecutivos, estaba ávido de nuevas experiencias y quiere el más difícil todavía.
Nuevo auto, nuevo mono, nuevo patrón, nuevos compañeros, nuevos colores y hasta nuevo look. Alonso estrenará su McLaren el 18 de marzo en Australia. Atrás quedaron cinco años en Renault al lado del italiano Flavio Briatore. Dejó de lado el ambiente latino y familiar del equipo francés por la sofisticada perfección de los británicos de McLaren, y el cambio se nota hasta en el nuevo corte de pelo del español: ya no queda rastro de su melena descuidada y ahora luce un clásico pelo corto.
Es el inicio de un reto. McLaren confía en él para desempolvar la sala de trofeos de Woking, en la que el último título data de 1999. En 2006 las "flechas de plata" no ganaron ninguna carrera por primera vez en una década. Se imponía un cambio y para ello, ¿quién mejor que el doble campeón del mundo?
A Alonso le sedujo el proyecto de volver a hacer grande a McLaren, allí donde triunfó su ídolo Ayrton Senna, al que podría igualar en número de campeonatos del mundo si logra meterse en el bolsillo el tercero. Con 25 años descartó seguir en el solvente Renault para buscar nuevas emociones, aunque eso suponga partir, en principio, en desventaja con equipos más consolidados como Ferrari.
Alonso no quiere años de transición. "Estoy aquí para ganar el campeonato", asegura, a lo que el serio Ron Dennis, su nuevo jefe, responde con un esbozo de sonrisa, que ya es mucho. Dennis le prometió el mejor coche y por lo visto en pretemporada, al menos, parece ser más competitivo que el de las dos últimas campañas.
"Mi reto no es ganar el tercer título, sino hacerlo con otra escudería. Los desafíos son una parte muy importante de mi vida", es la filosofía del español.
Es el piloto referencia, en especial tras el retiro del multicampeón alemán Michael Schumacher, y sólo su cambio de equipo hace que se cierna alguna duda sobre si será campeón de nuevo.
Aunque Senna sea su ídolo, la trayectoria de Alonso empieza a parecerse a la de Schumaher, que también tras dos años de títulos en Benetton-Renault pasó a una escudería histórica como Ferrari, que, como Mclaren ahora, pasaba por una profunda crisis.
Varios años le costó ganar al alemán sobre un monoplaza rojo, pero luego ya no se bajó de lo más alto del podio. ¿Esperará tanto Alonso? Sabe que debe tener paciencia, aunque durante la pretemporada se mostró exigente con su equipo, que trabaja con precisión quirúrgica, como a él le gusta.

