Toda España se hundió en la tristeza al conocerse la muerte de Antonio Puerta, un joven futbolista del Sevilla que luchaba desde hacía tres días por su vida.
"La zurda de diamante nos ha abandonado", resumió, aplastado, el presidente del Sevilla, José María del Nido, el final de la batalla de 64 horas, que incluyó varias paradas cardiorrespiratorias del jugador.
Del Nido habló antes de iniciar el regreso desde Atenas, donde el equipo debía jugar ante el AEK de Atenas por la clasificación para la Liga de Campeones de Europa. La UEFA suspendió el partido, que se jugará el lunes.
La imagen y el recuerdo de Puerta, un espigado defensa zurdo de 22 años, monopolizaron la televisión y los comentarios radiales apenas se confirmó su muerte. Todos se unieron en el lamento, desde el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, hasta el "hombre fuerte" del archirrival Betis, Manuel Ruiz de Lopera.
Puerta murió en el hospital Virgen del Rocío, en Sevilla, dónde estaba internado desde la noche del sábado tras sufrir varias paradas cardiorrespiratorias, según informó el club. Su estado había empeorado en las últimas horas, y ya antes del desenlace era "muy crítico", según el parte médico que se había dado a conocer.
En él se hablaba de "signos de sufrimiento" y "disfunción multiorgánica causada por la parada cardiaca prolongada que motivó su ingreso". Puerta se desvaneció durante la disputa del partido que el Sevilla disputaba el sábado contra el Getafe.
El jugador sufrió una parada cardiorrespiratoria que se repitió hasta en cuatro ocasiones más en los vestuarios y en el propio hospital.
El defensa zurdo era una de las más firmes promesas del fútbol español. Había debutado en octubre de 2006 ante Suecia con la selección española y era titular en el Sevilla, con el que ganó las dos últimas Copas de la UEFA, una Supercopa de Europa, una Copa del Rey y una Supercopa de España, obtenida hace poco más de una semana con un brillante 5-3 sobre el Real Madrid en el estadio Santiago Bernabeu.
El fallecimiento de Puerta es el último de una serie de jugadores afectados por la "muerte súbita". El camerunés Marc-Vivien Foé, que se desplomó en junio de 2003 en Lyon en las semifinales de la Copa Confederaciones ante Colombia, y el húngaro Miklos Feher, al que en enero de 2004 le sucedió algo similar durante el partido por el campeonato portugués entre el Vitoria Guimaraes y el Benfica de Lisboa, son dos de los casos más recordados.
"¿Es posible que una cardiopatía congénita esté oculta?", se preguntaba España directo, un programa de la radiotelevisión pública española. "Sí", fue la respuesta del experto consultado, mientras las imágenes mostraban cientos de personas reunidas en la puerta del hospital sevillano en el que murió Puerta.
El Real Madrid reaccionó cancelando la disputa hoy del tradicional Trofeo Bernabéu, que debía enfrentarlo al Sporting de Lisboa. El Barcelona también suspendió el trofeo Joan Gamper ante el Inter de Milán, partido que se jugaría hoy.
El Sevilla quiere instalar en el antepalco del estadio Ramón Sánchez Pizjuán, la capilla ardiente del futbolista, que había nacido a pocos metros del estadio del Sevilla, cuyos colores abrazó pese a que su padre era del Betis.
Puerta jugó en el Sevilla desde los 15 años, y era un jugador conocido por su potencia física, sus poderosos disparos y la habilidad de su pierna izquierda. Joaquín Caparrós, ex entrenador sevillista, le dio sus primeros minutos de juego con el equipo, como miembro de una camada que incluía también a Sergio Ramos y José Antonio Reyes.

