Tres goles de Suárez, Messi y Neymar metieron ayer al Barcelona en los cuartos de final de la Copa del Rey, tras la victoria 3-1 sobre el Athletic de Bilbao en el Camp Nou.
Luis Suárez abrió el marcador al rematar de volea un pase de Neymar (35), quien haría el 2-0 al marcar un penal en el segundo tiempo (48). Enric Saborit acortó distancias con un tanto de cabeza (51), pero un tercer tanto de falta directa de Messi (79) dio el pase a la siguiente fase al vigente defensor del título.
La MSN, el temible tridente ofensivo del Barcelona, que lleva ya 302 goles desde que juega junto hace dos temporadas y media, dio al equipo azulgrana su primera victoria en este año 2017 en un partido disputado, en el que el Barcelona empezó sufriendo hasta que a partir del gol de Suárez y especialmente, tras el descanso, tomó las riendas del encuentro.
El Bilbao, que llegaba a Barcelona con la ligera ventaja del 2-1 conseguido en la ida, empezó presionando muy arriba el juego azulgrana, impidiendo la salida cómoda del balón por parte de los de Luis Enrique.
Los vascos propiciaron varias pérdidas de balón de los azulgrana, pero no encontraban tampoco el camino del gol, mientras los azulgranas se veían obligados a buscar los pases largos.
Tras un gol anulado a Suárez por previo fuera de juego muy dudoso de Neymar, el brasileño volvió a meterse hasta la línea de fondo para pasar atrás al lado opuesto, donde apareció Suárez para rematar de volea al fondo de las mallas de Gorka Iraizoz (35). Suárez marcaba así su gol número 100 con la camiseta azulgrana y abría el camino de la victoria barcelonista, que amplió Neymar tras el descanso al transformar un penal, con paradinha incluida, cometido sobre él mismo por Eneko Bóveda (48). El brasileño dejaba así atrás una sequía goleadora que duraba ya tres meses, desde el 19 de octubre pasado, pero la alegría se vio empañada por el rápido gol de cabeza de Saborit que acortaba distancias (51) y hacía aparecer el fantasma de la prórroga.
Sin embargo, fue prácticamente el único tiro del Athletic de Bilbao, que con el paso de los minutos fue acusando el esfuerzo hecho y el cansancio.

