MEXICO, D.F. (UNIVERSAL).- El recientemente anunciado retorno del ex campeón nacional mosca y clasificado mundial Oscar Tariacuri Arciniega es, en sus palabras, un regreso para luego irse dignamente.
Vuelve del retiro para despedirse con honores, como campeón mundial. Considera que su primera despedida del boxeo no fue satisfactoria, es decir, con una victoria o un título.
Y como casi todos los boxeadores, asume la reaparición bajo la esperanza de un adiós victorioso. Señala: Regreso por algo grande, por un título mundial. Todavía tengo facultades físicas y mentales.... Fueron ocho meses de retiro. Pero no aguantó más la inactividad, ese ardor, la comezón en las manos, el deseo por empuñarlas, de no ir como espectador a las arenas sino como protagonista de los golpes.
En su última pelea cayó el año pasado ante Francisco Coreanito Mateos en la Arena México. Doloroso revés que lo llevó a la decisión de irse.
Con un comportamiento personal y boxístico recatado, ejemplar, una buena técnica aunque pegada poco potente y una ausencia de mayor capacidad y decisión a la hora de las peleas grandes, Tariacuri, sobrino de la cantante vernácula Amalia Mendoza, disputó en su carrera dos títulos mundiales.
En el primero de ellos, cayó por decisión ante el ruso- japonés Yuri Arbachakov al disputar el cetro mosca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB). Luego, en 2000, fue vencido por el tailandés Veeraphol Nakhonluang al pretender el campeonato mundial gallo, mismas siglas. Aunque esta vez el despertar de la ilusión fue más doloroso: nocaut en cinco asaltos. Dice el púgil de 32 años: Quiero regresar en grande y por mi honor.
Reiniciará su carrera con un récord de 50 peleas, 31 triunfos, 17 derrotas, dos empates y 18 nocauts.
