Ángel Cabrera acertó los golpes necesarios para resistir el avance de dos de los mejores jugadores del mundo en un domingo de supervivencia en el Abierto de Estados Unidos, para darle a la Argentina su primer triunfo en un major en 40 años con tarjeta de 69 golpes, uno bajo par, en el dificilísimo campo de Oakmont.
Tiger Woods, por su parte, en su segundo major consecutivo, jugó en el grupo final y no pudo venir desde atrás.
Woods desperdició varias oportunidades para birdie. El ex campeón Jim Furyk pagó su elección arriesgada de un driver en el hoyo 17 de 306 yardas y perdió la primera posición con un bogey.
Con ello, Cabrera quedó como campeón y, sí, firmó la tarjeta correcta.
Cabrera es apenas el segundo golfista argentino que gana un major. El primero fue Roberto de Vicenzo, que ganó el Abierto Británico en el Royal Liverpool hace 39 años. También es famoso porque el año siguiente firmó una tarjeta con puntaje equivocado en el Masters y no pudo ir a desempate.
La victoria de De Vicenzo en 1967 se destaca no solo porque viene de un país que no se destaca por sus golfistas, sino también porque superó por dos golpes al campeón defensor Jack Nicklaus.
Cabrera cometió errores –como todos los jugadores, en este campo brutalmente difícil–, pero superó bogeys en los hoyos 16 y 17 con un tee perfecto y un par que le dio la victoria por un golpe.

