Su talento ha permitido que la práctica de la jabalina vuelva a la vida en Panamá, una disciplina casi olvidada del atletismo. De hecho son pocos los lugares que reúnen las condiciones apropiadas para que Armando Caballero pueda mejorar sus lanzamientos.
Caballero tiene 17 años de edad, vive en Chiriquí y este año participó en los Juegos Olímpicos de la Juventud, que se realizaron en Buenos Aires, Argentina.
En la tierra de Diego Maradona se dio cuenta de las desventajas en las que entrena y compite. Por ejemplo, tuvo que enfrentarse a una pista de 30 metros para tomar impulso y lanzar la jabalina, mientras que en casa practica en una de 10, así que su ritmo de carrera no era el mismo.
Por el momento su trabajo parece que es más fuerza, que técnica. A esto se le suma que no cuenta con los implementos apropiados para ejercitar su brazo; tampoco tiene un plan alimenticio adecuado, pues el que sigue lo encontró en internet y a esto se le suma que no cuenta con un entrenador ni monitor que lo guié.

La vida deportiva del campeón del Consejo del Istmo Centroamericano de Deporte y Recreación (Codicader) no ha sido fácil, de hecho sus primeros lances los hizo con una vara de cañaza, que le servía de jabalina en un terreno muy cerca de su casa.
En meses pasados recibió una donación del implemento que necesita para hacer sus tiros; sin embargo, pesaba 800 gramos, 100 más que los requeridos en la categoría juvenil B.
Aún así no se rinde, se mantiene enfocado en sus competencias y en mejorar día a día sus tiros. Sus necesidades las pone a un lado para darle paso a su prioridad, seguir con su sueño olímpico.
Caballero posee el récord centroamericano juvenil con un tiro de 67.93 m que lo hizo en El Salvador. También ha quedado en los primeros lugares en competencias de su categoría en Honduras, Nicaragua y Panamá.
El campeón centroamericano comentó que sus triunfos se deben “más a la fuerza que a la técnica”. “Simplemente estoy en desventaja con otros competidores de la región”, agregó.
La prueba más difícil la pasó en Argentina. “Tuve unos días para practicar mis lanzamientos en Buenos Aires, pero en realidad uno requiere meses de preparación para poder tener buenos resultados”, dijo.
Caballero terminó en la cita argentina en el puesto decimoquinto, con un total de 128.20 metros. En la primera etapa acabó con 63.75 metros y en la segunda, con 64.45 mts.

No fueron sus mejores tiros, pero le dio un pantallazo de la realidad en la que compiten los atletas de primer nivel.
Caballero radica en Boquerón, en las afueras de David, muy cerca de la residencia del exgrandes ligas chiricano Carlos Calicho Ruiz. Allí tiene un terreno más amplio para hacer sus lanzamientos, pero sin supervisión.
Por el momento, Caballero ya terminó sus competencias oficiales de este año, pero sigue entrenando, pues está a punto de cambiar de categoría. Espera pronto poder superar los 60 metros con la jabalina de 800 gramos.
El atleta chiricano comentó que su pasión por la jabalina comenzó en cuarto año, cuando la profesora Xiomara Gaitán del Instituto Profesional y Técnico de David, le presentó los implementos de lanzar (bala, disco y jabalina).
Desde entonces lo práctica, sin descuidar sus estudios. Actualmente terminó el sexto año y ahora se encamina en conseguir un título universitario de educación física, también enfocado en seguir su camino olímpico.
