BARCELONA, España (AFP) El FC Barcelona reforzará su ataque, ''argentinizándolo'' más, con la incorporación decidida ayer lunes del boquense Juan Román Riquelme, que jugará junto a su otrora rival, el ex riverplatense Javier Conejo Saviola.
La posible incorporación de Diego Placente en la banda izquierda hace soñar a los aficionados y comentaristas catalanes, que aún añoran las tardes de gloria de los años 80, cuando Diego Armando Maradona era aún "Dieguito".
En un hotel lujoso de la ciudad de Roma --para evitar el asedio de la pegajosa prensa deportiva española y catalana-- los directivos barcelonistas mantuvieron una maratoniana negociación hasta dar con un acuerdo que satisfaciera a ambas partes.
Si los "xeneises" en Italia son conocidos por defensores acérrimos de sus intereses comerciales, los catalanes no se quedan atrás y las conversaciones al parecer concluyeron en un tono absolutamente mediterráneo y correcto: Boca Juniors y FC Barcelona acordaron un traspaso de Riquelme por 11,5 millones de euros (11,34 millones de dólares) a pagar en dos cuotas, este año y el próximo.
El presidente del Barcelona, Joan Gaspart, que ha seguido las negociaciones pendiente del teléfono como su homólogo de Boca, Mauricio Macri, con el que ya había alcanzado un pacto verbal, podrá sentarse orgulloso hoy martes.
El 9 de julio, festividad nacional argentina, será desde hoy martes también una efeméride para el FC Barcelona: el día que llegó el "hereu" de Maradona, Riquelme, para intentar arrebatarle al Real Madrid el protagonismo que acapara en la Liga española y la copa de Campeones de Europa con su juego exquisito y de pases certeros y letales.
Riquelme se sumará, en el ataque, a su compatriota Saviola, al brasileño Rivaldo y al holandés Patrick Kluivert, formando un póker de ases que con su sola mención amilanará a más de una defensa contraria.
