LAS VEGAS, EU (AP). -Un Marco Antonio Barrera, más maduro y calculador, se fajará hoy, sábado, con Johnny Tapia, quien a los 35 años espera demostrar que todavía tiene algo que ofrecer en el boxeo.
En la pelea no habrá cetros en juego, ya que la FIB despojó a Tapia del cinturón pluma porque no autoriza su combate con Barrera, mientras que el mexicano no quiso aceptar el fajín gallo del CMB que conquistó al derrotar a su compatriota Erik Morales.
Barrera es considerado el mejor boxeador de una categoría gallo en la que abundan las figuras. Su estatura aumentó cuando le ganó a Nassim Hamed en abril del 2001.
El que no haya cetros en juego no inquieta a nadie.
Gano más sin el título que cuando era campeón, declaró Tapia.
Barrera acotó que a la gente le interesa más el corazón del boxeador, la pelea en sí. Los cinturones no importan si la pelea es buena.
Pese a que no habrá títulos en juego, el combate será a 12 asaltos.
Barrera tiene 28 años, 55 triunfos y tres derrotas, con 39 nocauts, y viene de doblegar a Morales, vengando una derrota en discutido fallo en un primer combate entre ambos.
Barrera afirmó que la victoria ante Hamed le cambió la vida.
Le gané a un gran boxeador, con mucho nombre, que era muy famoso. Y en esa pelea también descubrí que sé cómo boxear, manifestó Barrera.
Tapia sostiene que lo que ocurre es que Barrera ya no es el de antes y por eso dice que quiere pelear con la cabeza.
Barrera es amplio favorito ante un Tapia que ha tenido problemas de drogas, ha sido herido de bala, además de intentar suicidarse.
Tapia suma 52 triunfos, dos derrotas y dos empates, con 28 nocauts. Ganó el cetro pluma de la FIB al vencer por puntos a Manuel Medina en abril.
Está claro que ya no tiene las facultades de antes, pero afirma que seguirá peleando hasta que alguien me dé una buena patada en el trasero.