SPIEBERG, Austria (DPA). - El alemán Michael Schumacher vuela a gran velocidad hacia la consecución de su quinto título mundial de Fórmula 1 al imponerse ayer domingo en el Gran Premio de Austria de Fórmula 1, gracias a que su compañero de equipo en Ferrari, el brasileño Rubens Barrichello, le cedió la victoria en los últimos metros.
Con el triunfo en el circuito de Spielberg, el primero de su carrera en Austria y el quinto en las seis pruebas disputadas esta temporada, Schumacher suma 54 puntos en el Mundial. A dos semanas el Gran Premio de Mónaco, su más inmediato perseguidor sigue siendo el colombiano Juan Pablo Montoya, que ayer fue tercero con su Williams- BMW, pero que tiene 27 puntos en la clasificación.
Solo las órdenes de equipo en Ferrari pudieron alterar el orden que la prueba austriaca tomó desde el principio. Barrichello, que renovó a lo largo de la semana por dos años su contrato con Ferrari, trasladó a la carrera el dominio que había mostrado durante todo el fin de semana, y lideró desde el principio y hasta los últimos metros.
Por su parte, Schumacher adelantó a su hermano Ralf (Williams-BMW) en la primera curva y no abandonó la segunda plaza hasta que Barrichello se apartó para dejarle anotarse un nuevo triunfo.
En reconocimiento al gesto del brasileño, Schumacher cedió a Barrichello el lugar más alto del pódium en la ceremonia de entrega de trofeos y le regaló la copa, aunque el himno que sonó fue el alemán. Igualmente, Barrichello se sentó en el puesto del vencedor en la rueda de prensa posterior a la prueba.
La acción de Ferrari levantó numerosas e inmediatas críticas. Es una manipulación de la competición, exclamó indignado el director deportivo de BMW, Gerhard Berger, que considera que la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) debe intervenir en el asunto.
Los protagonistas de la polémica acción explicaron lo sucedido y mostraron sus sentimientos encontrados. Me preguntaron y respondí que lo haría, comentó Barrichello, quien aseguró sentirse como vencedor moral de la prueba.
Al mismo tiempo, Schumacher se mostró arrepentido de lo hecho. Si pudiera cambiar lo ocurrido, lo haría con gusto, afirmó el alemán. No lo pensé en absoluto y no me alegro de ello, añadió, aunque poco después aseguró que pensó por un momento no adelantar a Barrichello.
Pensé en desobedecer las órdenes de equipo y levanté el pie, pero Rubens lo hizo todavía más decalró
Por su parte, Ferrari se defendió de las acusaciones alegando necesidades del equipo.

