Beijing busca capitalizar ser sede de los Juegos Olímpicos del 2008 convirtiendo a la ciudad en uno de los mayores centros deportivos del mundo, para lo cual dispuso un fondo de 64 millones70 mil dólares que se utilizará para financiar el proyecto.
Mientras el presidente del Comité Olímpico Internacional, Jacques Rogge, manifestó previamente su esperanza de que los Juegos dejen un legado en la "evolución social" de China, funcionarios de la ciudad se concentran en 12 nuevos estadios y la remodelación de otras 11 sedes.
"Cómo utilizar las sedes en el período post olímpico, cómo satisfacer las necesidades deportivas de la gente y cómo desarrollar la industria deportiva de Beijing son temas que están en nuestra agenda", aseguró el jefe de deportes, Sun Kanglin.
Sun habló en una rueda de prensa posterior a la designación de Beijing como sede de uno de los cuatro principales torneos del circuito femenino de tenis a partir de 2009.
"Una resolución importante es la de organizar eventos internacionales. Además, el Abierto de China producirá mayor cantidad de eventos a ese nivel. El Gobierno está dispuesto a apoyar esos planes con políticas y dinero", prosiguió Sun.
Atenas, sede de los Juegos del 2004, es uno de los ejemplos de lo que sucede cuando existen planes insuficientes respecto de qué hacer con los estadios olímpicos.
La capital griega gastó más de 4,680 millones de dólares para construir modernos estadios para los Juegos pero, dos años después, la mayoría está en desuso.

