Boca Juniors vivió ayer, miércoles, el mejor de los sueños al consagrarse campeón argentino con un triunfo 2-1 sobre Olimpo y sumiendo en el desconsuelo a Gimnasia, que apenas pudo empatar 1-1 con Banfield.
Bajo este gran impulso anímico, Boca recibirá el domingo a los Pumas de México por la final de la Copa Sudamericana, en cuyo choque de ida igualaron 1-1.
Boca sumó 40 puntos en el Apertura, tres más que Gimnasia La Plata, que jamás pudo ganar un campeonato oficial en sus 118 años de historia.
En su visita a Olimpo, en la ciudad sureña de Bahía Blanca, Boca arrancó perdiendo y tras empatar alcanzó la victoria con un tiro libre de Federico Insúa a los 40 minutos.
Ese gol provocó un efecto doble y dispar: júbilo en su equipo y tristeza en Gimnasia, que se quedó con las manos vacías con su empate ante Banfield, cuyo delantero José Sand remató un penal a las nubes a los 67 minutos.
Gimnasia sacó ventaja a los 85 con gol de Alejandro Delorte, mientras que sobre la hora igualó Sand. En Gimnasia fue expulsado su capitán Jorge San Esteban por juego brusco, a un cuarto de hora para el final. Boca sufrió de entrada cuando Olimpo se puso en ventaja a los siete minutos con gol de Ismael Blanco, quien recibió una pelota en profundidad y tras ganarle la espalda a la defensa sometió a Roberto Abbondanzieri.
Pero dos minutos después, Boca igualó con un cabezazo de Daniel Díaz al capitalizar un córner del "Pocho" Insúa, autor del gol del triunfo con un tiro libre que dejó parado al arquero de Olimpo Carlos Roa.
Considerado el equipo más popular del país, con River Plate muy cerquita, Boca Juniors cosechó así su título número 21 en el orden doméstico y en el año de su Centenario.
Además, Boca ganó 14 títulos internacionales, uno menos que Independiente de Argentina, Milan de Italia y Real Madrid de España, líderes en el mundo en cuanto a conquistas internacionales.
Para su técnico Alfio Basile fue su primer título en el fútbol argentino a nivel de técnico.
Como jugador, fue campeón con Racing de Avellaneda en 1966 y de la Copa Intercontinental un año después, en la final ante Celtic Glasgow. Como técnico, campeón de la Supercopa con Racing Club en 1988.
