MIAMI, EU (DPA) La fulminante caída del canal panamericano PSN redefine el negocio de la televisión deportiva en América Latina, donde la competencia se reduce a dos canales y, en algunos casos, deja de existir.
Lanzado hace dos años en una fastuosa fiesta en el American Airlines Arena de Miami, PSN hizo estallar el mercado pagando cifras inimaginables por los derechos del fútbol italiano, francés y portugués y por la Fórmula 1 y el tenis.
Contrató a dos centenares de personas, entre estrellas del deporte, periodistas y técnicos, y firmó un contrato de dos millones de dólares con Pelé, que ahora amenaza con ir a los juzgados.
"Si a más tardar este fin de semana no aclara la situación, Pelé no tendrá otra alternativa que recurrir a la Justicia para recibir lo que es de él", dijo el representante del "rey del fútbol", Guillermo Bassignani, en declaraciones publicadas esta semana por el Jornal da Tarde.
Se cree que el gasto total en PSN superó los 500 millones de dólares, pero gente que trabajó en el canal la duplica.
Cuando el fondo de inversión texano Hicks, Muse, Tate and Fuerst -muy bien vinculado con el presidente estadounidense, George Bush- lanzó el canal, las cifras que se manejaron marearon a muchos, en un despilfarro que sin embargo no se vivía por primera vez.
Tras sus despidos, los 200 ex empleados de PSN están analizando una demanda al canal.
