YAUNDÉ, Camerún (Reuters).- Miles de tristes aficionados al fútbol abarrotaron ayer sábado la capital de Camerún, ondeando hojas y ramas de palma mientras el cuerpo del fallecido futbolista Marc-Vivien Foe era llevado a su casa para ser enterrado.
Algunos de los hinchas iban vestidos de negro, otros con la camiseta de la selección número 17 que utilizaba Foe, quien falleció tras sufrir un colapso durante el partido que jugaba su selección en las semifinales de la Copa de Confederaciones ante Colombia, hace nueve días.
En ocasiones, los asistentes se agolpaban en la calle, bloqueando la caravana de 300 vehículos mientras intentaban dar su último adiós al mediocampista, muerto a la edad de 28 años.
Los hinchas llevaban carteles que decían "Marc, ve en paz", o "Marc, un león nunca muere, está descansando", en referencia al apodo de la selección de Camerún, Los "Leones Indomables". Mujeres acongojadas caían al suelo al paso del féretro.
El cuerpo de Foe llegó al aeropuerto en un vuelo especial de Cameroon Airlines, acompañado por su familia y sus compañeros de selección.
Tras recibir un breve oficio religioso y honores militares, su cuerpo fue llevado para el paseo fúnebre de 23 kilómetros a través de la ciudad.
Cientos de personas se habían reunido en el aeropuerto para brindar su homenaje al joven deportista. Los asistentes gimieron cuando la esposa de Foe, Marie Louise, salió del avión con sus niños y otros miembros de la familia.

