En una organización que está formando jóvenes peloteros, y en el implacable y exigente nivel de Grandes Ligas se hace necesario la presencia de jugadores experimentados, con ascendencia y liderazgo.
No hace falta que esa figura sea una súper estrella, ni mucho menos.
Solo es requerido una trayectoria intachable y un amplio conocimiento de los rigores y secretos del béisbol.
Eso fue lo que vieron los Astros de Houston en el venezolano, César Izturis, un pelotero ya en el ocaso de una carrera de 13 años en las Mayores, en la que exhibe en sus vitrinas un Guante de Oro como campocorto, una invitación al Juego de Estrellas y un extendido respeto alrededor de su nombre.
Izturis se encuentra en estos momentos en la base primaveral de los Astros, en Kissimmee, Florida, con una invitación para hacer el equipo.
