(Parte 3). En esta ocasión nos toca describir las diferentes posiciones de la escuadra defensiva.
La primera zona o línea defensiva está constituida en la mayoría de los esquemas defensivos por cuatro jugadores, quienes junto a los de la línea ofensiva son los jugadores más pesados de la cancha. Así, hay dos tackles defensivos, que se ubican al centro y dos ends defensivos que se colocan a cada lado y hacia fuera de los primeros.
En los casos en que el esquema defensivo utilice solo tres en la línea (como en el caso de los Steelers de Pittsburgh), al jugador del centro se le conoce como nose tackle (tackle nariz y representa la punta de una lanza).
Los hombres del segundo frente llevan el nombre de linebackers y de igual forma pueden ser tres o cuatro, según sea el complemento de los que hay en la línea de choque. Cuando hay tres, tenemos dos laterales (outside linebackers) y un central (middle linebacker). Cuando hay cuatro, a los dos del medio se les llama interiores o inside linebackers.
Finalmente, la retaguardia siempre está formada por cuatro zagueros, que son de dos clases según se ubiquen y según sus cualidades de peso, velocidad, capacidad de reacción, etc.
Así, los dos de las esquinas, que son los jugadores más laterales de la defensa y que se encargan de cubrir a los recibidores del equipo que ataca, son los esquineros o cornerbacks.
Por dentro de esa ubicación y hacia el centro de la cancha están los dos safeties, quienes a su vez se conocen con nombres específicos, pues uno es el fuerte (strong) y el otro el libre (free).
De manera muy general se dirá que los de la línea defensiva cubren contra la corrida o tratan de atrapar al quarterback rival cuando retrocede para lanzar un pase; los de la retaguardia cubren a los recibidores en las jugadas de pase profundo y los linebackers tienen doble función, pues son los que generalmente detienen a los corredores que escapan o pueden defender contra pases cortos (aunque a veces también contra pases profundos).
Pero, en todo momento un defensivo defenderá contra lo que sea necesario, pero nadie espera que un jugador de 300 libras persiga a un rápido recibidor por todo el campo de juego.

