El presidente del Comité Olímpico de Venezuela, Eduardo Álvarez, exigió ayer celeridad en el caso del posible dopaje de la nadadora brasileña Rebeca Gusmao, suspendida de manera temporal por la Federación Internacional de Natación (Fina).
Álvarez se refirió en un comunicado a la situación de Gusmao, ganadora de las medallas de oro en los 50 y 100 metros libres de los pasados Juegos Panamericanos de Río de Janeiro, que afectó directamente en los resultados a la venezolana Arlene Semeco, plata en ambas competencias.
"No debemos echar por la borda todo el esfuerzo de un atleta, de su entrenador, de un país, en una competencia que no se gana con el juego limpio", señaló Álvarez, también ministro de Deportes de Venezuela. Álvarez espera una pronta respuesta de las autoridades de la Fina, ya que de confirmarse un posible dopaje de la deportista brasileña, las dos medallas de oro pasarían a Semeco, lo que daría a Venezuela la séptima plaza general de los Juegos Panamericanos, desplazando a Argentina.
El dirigente dijo que, más del resultado de las medallas, hay que proteger la salud de una atleta. "Las medallas obtenidas por una nación son importantes, pero por encima de eso está la salud y la integridad del atleta", enfatizó.

