Darrent Williams, el jugador de la liga profesional estadounidense de fútbol americano (NFL) asesinado a tiros el lunes, fue enterrado ayer en su localidad natal de Fort Worth, en Texas.
Al entierro público del jugador de los Denver Broncos asistieron cientos de fans. El altar de la iglesia donde se ofició el funeral estaba cubierto por una camiseta de los Broncos con el número 27, el que portaba Williams, que tenía 24 años.
La limusina donde se encontraba Williams, junto a su compañero de equipo Javon Walker y una mujer, fue tiroteada el lunes desde otro coche. De los 14 disparos registrados uno de ellos alcanzó en el cuello a Williams, que murió poco después en el hospital. Los otros ocupantes del vehículo están heridos.
