La belga Justine Henin-Hardenne, quien tras su triunfo en Sony Ericsson Championships de Madrid finaliza el 2006 a la cabeza de la clasificación mundial del año por segunda vez en su carrera, ya tiene un plan para convertirse en 2007 en la jugadora hegemónica del circuito.
Pero mientras llega ese momento su entrenador, el argentino Carlos Rodríguez, quiere poner los puntos sobre las íes, y en ese empeño no duda en atacar a la rusa Maria Sharapova por aportar poco al WTA por vivir obsesionada por el dinero, y a Kim Clijsters por su "hipocresía".
"Sharapova no trae nada nuevo al tenis. Si es por gritar, Venus (Williams) gritaba tan fuerte como ella, y (Mónica) Seles incluso más fuerte", dijo Rodríguez.
Rodríguez comparte sueños tenísticos con su discípula y problemas como el veneno que suponen para el cuerpo de Henin los champiñones, los tomates y la leche de vaca. Pero una de sus mayores preocupaciones en la actualidad es defender el derecho de su jugadora a ser la número uno incluso sin ser "glamorosa".
El argentino cree además que Clijsters es hipócrita, y acusa a la belga y a su entorno de lanzar "golpes bajos" contra Henin.
