Han transcurrido tres meses desde que arrancó la temporada de béisbol en las Grandes Ligas y ya hemos visto a 21 lanzadores someterse a la operación ´Tommy John´ para corregir los problemas de ligamentos en el codo del brazo de lanzar.
Actualmente, la operación ´Tommy John´ consiste en trasplantar ligamentos de otra parte del cuerpo, para sustituir los tendones dañados.
El pionero del procedimiento fue el médico de los Dodgers de Los Ángeles Frank Jobe, quien le practicó la cirugía por primera vez al lanzador zurdo Tommy John en septiembre de 1974.
El incremento de este tipo de lesiones, con los casos recientes del cubano José Fernández (Marlins de Miami) y el venezolano Martín Pérez (Vigilantes de Texas), ha activado las alarmas en el alto mando de la Carpa Grande, y no es para menos.
Las lastimaduras en los brazos de los lanzadores han pasado de ser casos esporádicos a una verdadera epidemia que amenaza con arrastrar a más víctimas.
Pero, a qué se deben tantas lesiones severas entre los lanzadores (la mayoría jóvenes).
La situación es tan complicada que por vez primera las Ligas Mayores están haciendo un análisis más profundo sobre este aumento de lesiones.
Son muchos los lanzadores de calidad que se han sometido a cirugías este año, incluyendo Jarrod Parker (Atléticos), A.J. Griffin (Atléticos), Matt Moore (Rays), Patrick Corbin (D-backs), Kris Medlen (Bravos), Brandon Beachy (Bravos), Jameson Taillon (Piratas), entre otros.
En la docena de temporadas desde 2000 hasta 2011, de acuerdo con Baseballheatmaps.com, un promedio de 15.8 lanzadores de Grandes Ligas por año fueron sometidos a la cirugía Tommy John, siendo el máximo los 20 de la temporada 2007.
Para 2012, ese número aumentó a 36 , más del doble del promedio anterior.
Sin embargo, en 2013 esa cifra se redujo a 19.
Ciertamente, la temporada 2014 lleva el ritmo para superar el récord anterior de cirugías ´Tommy John´ en un año calendario, tomando en cuenta los brazos que fueron sacados de circulación en los dos primeros meses de la actual campaña.
El promedio de edad entre los 19 serpentineros que esta temporada han pasado por el quirófano es de 24 años.
Hay múltiples teorías para conocer el aumento drástico de operaciones de este tipo, pero quizás ninguna especifique un caso.
La ´Tommy John´ en Panamá
El especialista cirujano ortopedista Humberto Arrue, quien ha realizado la única intervención quirúrgica ´Tommy John´ en Panamá, considera que el incremento de este tipo de lesiones (codo de lanzar) en el béisbol organizado se debe a la mala mecánica de los lanzadores, un problema que se genera desde las pequeñas ligas, la mayor velocidad en los envíos y la carga de trabajo, sobre todo en las ligas menores.
“Esto se genera a nivel de pequeñas ligas, desde el momento en que entran los muchachos a lanzar y desafortunadamente muchos de los instructores de lanzadores no son rigurosamente meticulosos para cuidar la mecánica de lanzar desde esa edad. Es muy difícil quitar un mal hábito de lanzar a un joven cuando ya lleva 15 años lanzando de la misma forma”, sostiene el doctor Arrue, quien le practicó con éxito una cirugía al lanzador profesional panameño Yeliar Castro, el año pasado.
“Definitivamente que la mecánica de lanzar tiene mucho que ver en el aumento de estas lesiones. Cuando el codo está por debajo de la altura del hombro- de eso se han hecho estudios donde se han colocado sensores de presión a nivel del codo y el hombro-, y cuando se hacen lanzamientos de esta forma sufre demasiado el codo porque se duplica la presión que recibe”, profundiza en su explicación Arrue.
El galeno panameño plantea que los llamados malos hábitos de lanzar comienzan a desarrollarse cuando el jugador tiene 13 o 14 años, debido a que no reciben una buena orientación por parte de los instructores en cuanto a la mecánica de lanzar.
“Igual ocurre en la categoría preinfantil, donde no se permite lanzar curva y de esa misma forma estricta debe ser cuando tienes un lanzador de esa edad tirando debajo del brazo lanzamientos tres cuartos”, advierte el ortopeda aplicado al deporte que ha salvado la carrera de muchos peloteros panameños.
Otras causas
Otras de las causas que han incidido en el incremento de lesiones de este tipo (codo de lanzar) tiene que ver con el tipo de lanzadores y el uso excesivo de lanzamientos como el slider y el tenedor.
“Yo en realidad no considero que el slider tuviera que entrar en el parámetro, sino los lanzadores que tiran el splitfinger, tenedor y que lanzan el sinker o los que tiran screwball. Y por supuesto el otro factor es la velocidad, porque la mayoría de los serpentineros que tienen lesiones de ligamento colateral medial que requieren cirugía ´Tommy John´ son tiradores de las 90 medio hacia arriba.
“O son lanzadores que lanzan splitfinger (dedos separados) o que tiran screwball (tirabuzon)”, agregó el doctor Arrue.
Una cirugía exitosa
A pesar de las protecciones a las que son sometidos los jugadores de Grandes Ligas, muchas lesiones vienen debido a la juventud de ciertos lanzadores y en querer atribuirle mayor velocidad a sus envíos.
“Los equipos de Grandes Ligas son más cuidadosos para buscar algún hallazgo que pueda sugerir alguna lesión en el codo. La verdad es que la cirugía tiene mucho éxito, porque en esencia cuando uno reconstruye un ligamento colateral medial uno está reconstruyendo como si fuese una base del motor, más no lo afecta per se”, explicó.
“Los equipos de Grandes Ligas buscan eso precisamente para salvar la carrera deportiva de un lanzador que tenga mucho talento y que tenga mucho poder para lanzar. Los métodos diagnósticos también han mejorado- las resonancias magnéticas, que es el aparato médico que uno utiliza para diagnosticar este tipo de lesión, tienen una resolución mucho mejor, por lo tanto ven lesiones más pequeñas”, subrayó.
Arrue hace énfasis en los lanzamientos particulares.
“También influye mucho el tipo de lanzador que sea. Por ejemplo, Bruce Chen tiene reconstruido el ligamento colateral medial y es un lanzador que lanza 90 bajo y 80 alto y se mantiene. Él tira el screwball (tirabuzón) y ese lanzamiento es lo que lo hace susceptible”.
Los panameños
El extaponero de los Yankees de Nueva York Mariano Rivera es uno de los mejores ejemplos de recuperación de una operación del codo entre los criollos, aunque curiosamente no aparece en la lista de los serpentineros que se sometieron a la cirugía ´Tommy John´, de acuerdo a un análisis realizado por Jon Roegele, en su portales The Hardball Times.
El líder de todos los tiempos en salvamentos en las Mayores fue operado del codo derecho cuando se abría paso en las ligas menores, específicamente en 1992. Rivera continuó su camino victorioso en la pelota organizada y tres años después sube a las Ligas Mayores.
Rivera no se sometió
“Existe cierta controversia y es muy probable que Rivera no se sometió a este tipo de cirugía, por lo que no aparece en la lista”, comentó Roegele en su análisis de la ´Tommy John´.
En el libro ´The Closer´, que relata la trayectoria de Rivera en las mayores, también hace referencia al método aplicado en el codo del taponero istmeño.
Se suponía que iba a ser una cirugía ´Tommy John´, pero en el último momento los doctores determinaron que el ligamento no tenía que ser reemplazado y el tratamiento consistió en moverlo.
Después de todo, Rivera terminó siendo exitoso, luego del proceso de recuperación, y su recta ganaría cinco millas adicionales de velocidad tras pasar por el quirófano.
Otros lanzadores istmeños que pasaron por el bisturí son Ramiro Mendoza, Manuel Manny Corpas, Bruce Chen y Roger Deago.
Chen, quien luego de su brillante temporada en 2005 pasó por problemas difíciles, se sometió a la ´Tommy John´ en la campaña de 2008 tras ser reclutado por los Vigilantes de Texas.
Luego de esa operación, en el codo izquierdo, su carrera dio un giro importante con los Reales de Kansas City, equipo al que llegó en la campaña de 2009.
Otro informe que arrojó la investigación hecha por Jon Roegele destaca que de los 10 abridores que han logrado exhibir las rectas más rápidas en Grandes Ligas desde 2007, seis de ellos han sido sometidos a una cirugía ´Tommy John´.
“Por supuesto, los lanzallamas, o sea, los lanzadores que lanzan 90 alto a 100 millas por hora también son propensos a esta cirugía. Normalmente, el lanzador indirectamente es muy exigido para que tenga más velocidad e inclusive lleve su cuerpo a niveles antifisiológicos y que esto lo lleve a tener lesiones de este tipo”, observó el ortopeda istmeño.
“Esto es producto de esta búsqueda de las millas por hora y el radar en la mano para buscar, mientras un lanzador entre más duro tira es mejor y de repente se desfasa también al solamente buscar mayor velocidad más que buscar una mecánica fluida y correcta que a largo plazo sea sostenible y que te ayude a ser un lanzador longevo y muy exitoso”, concluye el galeno que es un seguidor de la pelota organizada estadounidense.
Según Baseballheatmaps.com, el 87% de los que se han operado han logrado regresar con éxito tras este procedimiento quirúrgico, para el cual se requiere un término de 16 meses para una recuperación definitiva.
Algunos regresan incluso en mejor forma que antes de la lesión, como el legendario serpentinero de los Bravos de Atlanta John Smoltz (Cy Young), a quien se le practicó la ´Tommy John´ antes de la temporada de 2000 y pudo regresar al año siguiente con su repertorio prácticamente intacto.
El médico ortopeda Humberto Arrue también hace énfasis en que los jugadores panameños, con algunas excepciones, no tienen el perfil para someterse a este procedimiento quirúrgico.
“Realmente, la cirugía ´Tommy John´ se hizo para pacientes con inestabilidad en el codo y normalmente el perfil de ese lanzador debe estar entre 90 medio [millas] y que tenga este tipo de lanzamientos (screwball, splitfinger, tenedor)”, explicó el ortopeda nacional.
Agregó: “ese perfil es muy poco, aquí en Panamá es raro el lanzador que llega a 90 millas sostenidas de rutina, salvo que sea un tirador que le hayan dado relief en Grandes Ligas. Encontrar un jugador con ese perfil y que tenga lesión de ligamentos colateral sí los hay, pero no son los más frecuentes; y que tenga los recursos es otro tema que hace que la cantidad de lanzadores sean menos”.
Ciertamente hay una gran preocupación entre los directivos de las Grandes Ligas por el aumento considerable de lesiones de codo de los lanzadores actualmente.
Arrue advierte que se debería comenzar por revisar el método de preparación física de los lanzadores.
“Las ligas mayores tienen que meterse a las pequeñas ligas para precisamente orientar a los entrenadores de estas categorías a ser más estrictos en el uso de la mecánica y en limitar el tipo de lanzamientos y sobre todo si este lanzamiento lo hace ser propenso a tener este tipo de lesiones”, subrayó el doctor que ha salvado la carrera de muchos peloteros criollos.
“De hecho, el factor de riesgo de un lanzador es la cantidad de lanzamientos que hace por día y los días de descanso respectivo dependiendo de esa cantidad de lanzamientos. Eso cuando los muchachos están jugando en las ligas menores, peor es en Dominicana, donde esto no se respeta e inclusive donde puede haber algún tipo de malas disposiciones para favorecer a un coach o desfavorecer a un lanzador para demeritarlo y exigirle que esté trabajando sin el control científico establecido”, recalcó.
“Si nosotros queremos un béisbol longevo, o sea queremos atletas como los de antes, que duraban mucho tiempo saludables, el tema es sobre todo regresar a las bases, ya que se están perdiendo mucho los grandes atletas.
HARMODIO ARROCHA Jr.
La operación del codo que se le practicó al prospecto istmeño Yeliar Castro es la única de este tipo que se ha hecho en Panamá.
El cirujano ortopedista Humberto Arrue le practicó la cirugía que en Panamá tiene un costo estimado en 12 mil dólares.
“Es una cirugía costosa. Podría estar costando entre 10 mil a 12 mil dólares y no todos los muchachos tienen para pagarla”, señaló Arrue al referirse a la cirugía que le practicó al prospecto que firmó profesionalmente con los Bravos de Atlanta.
“Él está trabajando con uno de los mejores entrenadores a nivel nacional- Chacón-, quien me manda videos de todos los ejercicios que están haciendo. La terapia física ya terminó y la proyección que tenemos con él es que esté realizando bullpen en tres meses”, agregó el médico ortopeda.
Al referirse al proceso de recuperación, reconoce que Castro ha evolucionado “muy bien”.
“Ya terminó la etapa de la fisioterapia, que era buscar los movimientos completos y la extensión máxima en el codo y comenzar a fortalecer el músculo del antebrazo. Está en la etapa de levantar pesas y está comenzando a lanzar bolas livianas para practicar la mecánica”, explicó.
De acuerdo a los planes que se ha trazado el galeno con el lanzallamas istmeño, está proyectado para realizar bullpen en tres meses.
“La expectativa es que él debería recuperar su fuerza, la velocidad, pero sobre todo su control. El lanzador que tiene microinestabilidad no controla perfectamente dónde está su mano a la hora de lanzar y por lo tanto no se hacen precisos los lanzamientos y luego entraríamos al programa de tiro, que toma como un mes”, indicó.
“Esa es la expectativa que tenemos con él, pero está sin dolor y se siente muy fuerte y no nos ha dado ningún síntoma de que vaya a regresar con algún problema”, puntualizó.
“Esperaríamos como unos tres meses para que haga bullpen, que eso correspondería a seis meses de la cirugía. Lo quiero llevar lo más distanciado posible para no arriesgar”, agregó Arrue, quien se graduó en la Universidad de Texas Health Science Center.
Arrue funge como consultor médico de la Federación Panameña de Béisbol, por lo que mayormente trabaja con beisbolistas.
HARMODIO ARROCHA JR.

