RIO DE JANEIRO, Brasil (AP) San Lorenzo, el único equipo grande del fútbol argentino sin un título internacional en sus vitrinas, buscará dar un paso grande en esa dirección hoy miércoles en el partido de ida por la final de la Copa Mercosur contra un Flamengo que trata de rescatar el honor de un año para el olvido.
Más allá de las circunstancias del partido, la final llama la atención por las penurias económicas que agobian a los dos equipos.
San Lorenzo, incluso, estuvo a punto de no hacer el viaje a Río de Janeiro.
Los argentinos amenazaron con no venir a menos que la directiva del club les pagara salarios atrasados. La crisis fue solucionada justo a tiempo para el viaje a Río.
Flamengo también le debe a sus jugadores dos meses en salarios retrasados. Para rematar está el hervidero armado por el atacante estelar Edilson y el mediocampista Dejan Petkovic, enemistados.
Edilson expresó que solamente consideraría la renovación de su contrato si el jugador serbio es apartado del equipo.
Además, el volante Beto acusó al vicepresidente del club, Walter Oaquim, de haber alterado secretamente la fecha de vencimiento de su contrato, añadiendo un mes extra.
Con tantos problemas, Flamengo suspira alivio de enfrentar a un rival sumido en líos por doquier.
''Si es por mí, que se declaren en huelga hasta el jueves'', bromeó el técnico Carlos Alberto Torres.
''Es agradable enfrentar a un equipo que no quiere jugar'', declaró el ariete Reinaldo.
Ambos equipos se conocen a la medida, ya que se midieron en el Grupo B dentro de la primera ronda de la Copa, en la que Flamengo se impuso dos veces por 2-1.
El partido se disputará en el estadio Maracaná y arrancará a las 21.50 horas.
