IBUSUKI, JAPON (ANSA) Molesto por la sucesión de lesiones en el plantel, Roger Lemerre, técnico del seleccionado francés que defenderá el título de campeón mundial en Corea- Japón, apuntó ayer sus dardos contra los clubes que explotan a los jugadores y contra el ritmo infernal de partidos en el fútbol actual.
"El equipo tiene cinco lesionados, a los que se suma la baja de Robert Pires. Es increíble, esto nos plantea demasiados interrogantes", se lamentó Lemerre, en referencia a las lesiones del Alain Boghossian (tobillo), Philippe Christanval (cuádricep), Liliam Thuram (rodilla), David Trezeguet (inflamación del tendón rotuliano) y Thierry Henry (rodilla).
La lesión de este último, aclaró Lemerre, no es preocupante, si bien el jugador "no está al 100% y tal vez le dé descanso en el amistoso del 26 de mayo con Corea del Sur, pero su participación en el Mundial no está en duda".
La molestia de Henry en la rodilla fue el principal eje de las críticas de Lemerre, dirigidas contra su compatriota y técnico del Arsenal inglés Arsene Wenger, quien hizo jugar al delantero el 13 de mayo aun cuando su equipo ya se había proclamado campeón. "Yo no me escondo. Quería jugar ese partido y todo el equipo jugó para que pudiera consagrarme goleador", dijo.