Alvaro Sarmiento Menesesasarmiento@prensa.com
El 2005 comenzó a todo vapor con las expectativas que generó la participación de la Selección Nacional, por primera vez en la historia de la región, en la hexagonal que terminó clasificando a Estados Unidos, México , Trinidad y Tobago y Costa Rica al mundial 2006.
Y ha cerrado con dos noticias que conmocionan el mundillo del fútbol nacional: el fallo emitido por la Corte Suprema de Justicia que declaró ilegal la elección de la actual junta directiva de la Federación Panameña de Fútbol (Fepafut), y el anuncio por parte de la federación de que el próximo entrenador de la selección será el argentino Mario Alberto Kempes.
Si el fallo de la Corte Suprema implica que se deben realizar de nuevo las elecciones del ente rector del balompié nacional, si por lo tanto todo lo actuado y pactado por la federación incluyendo contratos con patrocinadores y derechos televisivos no tienen vigencia debido a su ilegalidad, si solo cobija algunos aspectos que serán fáciles de superar, no lo sabemos todavía porque no está claro el total alcance del fallo, y seguramente en este caso en particular se entrará a jugar otro partido en otro campo de juego, el judicial, con la sagacidad y la experiencia tanto de abogados como de dirigentes.
Es apenas la punta de un rollo de tela que posiblemente dará el año próximo, 2006, algunos metros y yardas aún por cortar y desgranar en los medios de comunicación, por lo tanto, no es todavía el punto a profundizar.
Pero el anuncio de la contratación de Mario Alberto Kempes como seleccionador nacional, si se llega a materializar, más allá de la ilegalidad de la directiva de la federación, abre por su naturaleza un abanico de posibilidades que proyectan a Panamá a corto y largo plazo, porque con su posible vinculación se vuelve a poner el nombre de la selección en el contexto regional, porque refleja también que se está mirando con una mayor aspiración el futuro cercano y porque es un hombre que por su nombre puede cohesionarnos a todos en un nuevo proyecto nacional de cara a los torneos venideros.
¿Por su perfil representa enteramente al entrenador ideal? Esta es una pregunta que se deberá ir respondiendo en los próximos meses y que tiene como toda posibilidad tonos altos, medianos y bajos.
Como jugador, Kempes tiene un recorrido que está a prueba de cualquier duda, y su figura tiene desde hace rato un nicho en la historia del fútbol mundial.
Como entrenador, no consiguió mucho pero hizo un recorrido adecuado, sobre todo para acumular experiencia en manejar un grupo desde el banco de seleccionador, con la desventaja de que tiene cuatro años que no dirige.
Sin embargo, desde su nueva tribuna como comentarista de la cadena ESPN se ha mantenido al día tanto del fútbol regional como mundial, y tiene conocimiento sobre nuestro fútbol y jugadores.
Inyectarle al jugador panameño el conocimiento y la estirpe del juego argentino, que conoce muy bien Kempes, podría aportanos elementos que le están faltando al futbolista nacional, sin olvidar la base que dejó el Cheché Hernández y con cuyo trabajo se alcanzó en el 2005 el subcampeonato en la Copa de Oro y la clasificación a la hexagonal en 2004.
¿Vale Kempes 20 mil ó 25 mil dólares? Ser entrenador de fútbol es un oficio inestable, hoy ganas y te elogian, mañana pierdes y te botan, por eso quien tiene un nombre cobra por ello, porque también arriesga su prestigio y sus posibilidades de contratos futuros. Si queremos celeste su presencia va a hacer que nos cueste.
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