En lo que se supone es un récord de precocidad en el fútbol boliviano, el técnico del Aurora, Julio César Baldivieso, hizo debutar a su hijo de 12 años en un partido del torneo Clausura.
Mauricio Baldivieso, quien mañana miércoles cumplirá 13 años, ingresó a los 84 minutos en el duelo que Aurora perdió 1-0 ante el anfitrión La Paz FC por la primera fecha del torneo.
El diario La Prensa de La Paz aseguró que el niño se convirtió en el más joven jugador del fútbol profesional boliviano.
Jugó con la camiseta 10, la misma que hizo famoso a su padre en la selección boliviana, y en una de las tres ocasiones que tocó la pelota cayó derribado por un rival.
La acción motivó airados reclamos al árbitro por parte de sus compañeros. Los auroristas reclamaron la expulsión del defensor rival Jenry Alacá, pero el árbitro hizo oídos sordos al reclamo.
“Me siento tranquilo porque tengo apoyo de mis compañeros de equipo”, declaró Mauricio tras el partido.
“Poco a poco tomará confianza. Está gateando en el fútbol, aunque ya jugó varios partidos en la Asociación (amateur) de Cochabamba”, dijo su padre.
“Papá me dijo que me iba a hacer debutar si íbamos ganando, pero las cosas se dieron de otra forma y me hizo ingresar”, comentó Mauricio.
Aurora, club con sede en la ciudad de Cochabamba, jugó la Copa Libertadores este año y terminó último en su grupo de primera ronda, sin haber conseguido ni una sola victoria bajo la dirección de Baldivieso.
Mauricio volvió a clases el lunes en un colegio privado de Cochabamba, donde cursa el séptimo grado y se le vio pateando pelota en una pequeña cancha de cemento del centro educativo.
“Mi sueño es ir a jugar en el extranjero”, dijo a reporteros en el recreo.
