Tiger había ganado sus 14 títulos de Grand Slam desde el liderato en la última ronda. El estadounidense así arrancó el torneo en Hazeltine (Minnesota), desde el liderato. Pero nada es eterno y Yang se encargó de destrozar esa estadística.
El coreano venció con tres golpes de ventaja sobre la megaestrella.
Vestido completamente de blanco, como salido de un obrador de panadería, Yang ganó su primer título de Grand Slam en el campo más largo en un major (Hazeltine) y el primero, también, para el golf asiático. El triunfo de Yang (hoy 70 golpes) escribe una nueva página en la historia del golf.
El gallo rojo ganó a El Tigre. Tiger, en una pobre vuelta (74 golpes) y un deficiente manejo de los hierros, encarnó por primera vez la cruz de la decepción, después de liderar el torneo desde el inicio y con una ventaja para la ronda final de dos golpes y así continuó hasta arruinarse su seguidilla de Grandes Premios. Yang, que había ganado este mismo año el Honda Classic, del circuito estadounidense, se doctoró con el título del US PGA en una histórica batalla frente al mejor golfista del mundo y uno de los mejores de todos los tiempos.

