Alcides Edgardo Ghiggia, fallecido ayer a los 88 años, forma parte de la historia del fútbol por ser el autor del gol decisivo que coronó a Uruguay campeón del mundo en 1950 en el Maracaná, en un día de tragedia nacional para Brasil.
Ghiggia murió ayer cuando se cumplen exactos 65 años de aquella gesta histórica del fútbol celeste, que de atrás derrotó a Brasil por 2-1 y conquistó su segundo título mundial.
El legendario jugador murió de un paro cardíaco, según confirmó su esposa Beatriz a la AFP. Era el único sobreviviente que quedaba de las dos selecciones que chocaron aquel 16 de julio de 1950 . “Solo tres personas hicieron callar el Maracaná: Frank Sinatra, el Papa y yo”, dijo Ghiggia en una entrevista con la televisión Globo años atrás, frase que reiteró en varias oportunidades y también pasó a alimentar el mito del Maracanazo, hasta la actualidad considerado la mayor gesta en la historia del fútbol.
Las pocas filmaciones de ese 16 de julio de 1950 muestran a buena parte de los 200 mil brasileños que llenaron el estadio incrédulos, llorando en silencio tras el 2-1 que le dio el triunfo a Uruguay frente al local y favorito. Y a un Ghiggia emocionado, aupado por sus compañeros tras el pitazo final del partido, su bigote finito entonces negro azabache. “Es un recuerdo muy lindo, porque uno hizo algo por el país nuestro”, señaló el exfutbolista en abril de 2014 en una entrevista con la AFP.
Pero “recién tomé conciencia de la magnitud unos años más tarde, cuando empezaron a escribir libros sobre el tema, y me preguntaban sobre eso”, aseguró entonces. Ese gol, marcado a los 23 años, lo convirtió en héroe nacional y cambió su vida. Nacido el 22 de diciembre de 1926, Ghiggia había dado sus primeros pasos en el deporte rey en 1948 en Peñarol, uno de los dos equipos grandes del fútbol uruguayo y con el que ganó el campeonato uruguayo en 1949, cuando formó parte de la denominada 'Máquina del 49'. También lo ganó en 1951. Ghiggia partió en 1953 rumbo a Italia, contratado por la Roma. Permaneció allí nueve años, ocho de los cuales jugó con el equipo romano y uno en el AC Milan.
Homenajeado en innumerables ocasiones, en 2010 viajó a Sudáfrica invitado por la FIFA y en 2014 a Brasil, invitado para el sorteo de la última Copa del Mundo.
