Cuando el argentino Christian Giménez llegó a Cruz Azul en enero pasado, muchos de los aficionados del equipo pensaban que sería la pieza que faltaba para conseguir un título y, cuando eso no ocurrió de inmediato, los abucheos no se hicieron esperar.
Ahora, gracias a dos goles de Giménez ante los Pumas (2-1), la Máquina está a punto de clasificarse a las semifinales de la liga mexicana por cuarta ocasión en los últimos seis torneos y el volante argentino no ha dejado de recibir halagos.
“Son momentos difíciles y yo no me olvido de esos momentos (cuando fue abucheado)”, dijo Giménez en una rueda de prensa ayer jueves. “La gente se puede expresar de la forma que quiera”.
Giménez llegó al Cruz Azul luego de vivir momentos gloriosos con el Pachuca, donde ganó un cetro de liga, uno de Copa Sudamericana y jugó un par de mundiales de clubes.
Sin embargo, sus primeros partidos no fueron lo que muchos esperaban. Se le veía fuera de sintonía, los celestes perdieron tres de sus primeros cinco encuentros y su primer gol vino hasta la 12da fecha del Clausura 2010.

