MOSCU, Rusia (EFE). La entrenadora de la selección de gimnasia artística de Rusia, Irina Viner, admitió ayer que las campeonas olímpicas rusas Alina Kabáeva e Irina Chaschina se habían dopado, pero afirmó que fue "por error" con un fármaco "falsificado".
Kabáeva y Chaschina ganaron cinco y dos medallas de oro, respectivamente, en los últimos mundiales de gimnasia celebrados en Madrid.
"Un aditivo alimentario adquirido para las gimnastas en un supermercado resultó falsificado, y en vez de un caro diurético contenía la sustancia barata furosamida, prohibida por el Comité Antidopaje", explicó Viner al diario Sport-Express.
Agregó que las jóvenes gimnastas rusas necesitan tomar aditivos con diuréticos, que aumentan la secreción de orina, por problemas con el ciclo femenino.
La información de que Kabaeva y Chaschina supuestamente habían dado positivo en las pruebas de dopaje de los Juegos de Buena Voluntad, disputados en Brisbane (Australia) del 29 de agosto al 3 de septiembre fue publicada en el diario francés L'Equipe.
"Por suerte, conservamos el tarro con el aditivo falsificado e hicimos un análisis que confirmó la presencia de furosamida. Los resultados del análisis más un certificado del ministerio de Sanidad de que un 40% de los medicamentos comercializados en Rusia son falsos, los enviamos a la Federación Internacional".
"Alina e Irina son simples víctimas, mientras la culpa la tienen los técnicos por su negligencia" al adquirir el aditivo en un supermercado en vez de comprarlo en la farmacia del Comité Olímpico, de probada seguridad, agregó Viner.
La entrenadora señaló al diario digital Gazeta.Ru que la Federación Rusa se enteró de la filtración a la prensa sobre las pruebas positivas aún antes de la publicación de L'Equipe, supuestamente, por boca de sus colegas y principales rivales, la Federación Búlgara.
