La australiana Leisel Jones y el estadounidense Aaron Peirsol impusieron ayer, viernes, dos nuevos récords del mundo en el mundial de natación, en tanto que Michael Phelps logró su cuarta medalla de oro y avanza firme por la quinta.
Phelps, séxtuple campeón olímpico obtuvo el oro en los relevos 4x200 metros estilo libre, que ganó el equipo estadounidense, y accedió a la final de los 100 metros estilo mariposa con un tiempo de 52.02 segundos.
Si Phelps no estuviera en el equipo estadounidense, la figura de Peirsol brillaría con luz propia. En la prueba de los 200 espalda, no había duda alguna que iba a imponer su ley, pero lo hizo batiendo nuevamente su récord mundial.
Peirsol tocó la pared con un tiempo de 1 minuto, 54.66 segundos y superó el récord que impuso en el 2004 de 1:56.72. La plata recayó en el austriaco Markus Rogan con 1:56.63 y el bronce en el estadounidense Ryan Lochte con 1:57.00.
El récord impuesto por Peirsol encontró la réplica femenina en Leisel Jones en los 200 estilo pecho. La australiana fue oro con un tiempo de 2:21.72, marca que destrozó los 2:22.44 de la estadounidense Amanda Beard, quien no compitió en Montreal.
La alemana Anne Poleska, plata con 2:25.87, y la austriaca Mirna Jukic, bronce con 2:27.11, fueron invitadas de honor al festín de Jones.
