Los investigadores hallaron un cadáver entre los restos del fuselaje de la avioneta en la que viajaba el futbolista argentino Emiliano Sala, según dijeron el lunes. El aparato desapareció hace dos semanas cuando cruzaba el canal de La Mancha.
Las autoridades no dijeron si la cámara submarina identificó a Sala o al piloto David Ibbotson, que eran los únicos ocupantes de la avioneta cuando desapareció de los radares en la noche del 21 de enero, durante un vuelo entre la ciudad francesa de Nantes y Cardiff, después del fichaje del delantero por el club de la capital de Gales de la Liga Premier.
Tenía nuevo equipo
Los restos del aparato fueron localizados el domingo, luego de que la familia del jugador recaudó fondos para iniciar una búsqueda privada con David Mearns, un estadounidense especialista en la detección de naufragios, en colaboración con investigadores británicos. Si bien en la búsqueda colaboran investigadores del Estado, no se ha dicho si los restos del aparato serán sacados a la superficie.
“Entiendo que las prioridades de la familia sean distintas, pero no creo que se den por satisfechas”, declaró Mearns a la radio Talk Sport.
“Ahora se nos terminó la ilusión”, declaró el padre del jugador, Horacio Sala, a distintos medios argentinos tras enterarse del hallazgo. “Esperemos estén los dos cuerpos ahí adentro. Que estén los dos para aliviar el dolor”.
Un vehículo submarino a control remoto rastreó el lecho marino y confirmó que el objeto detectado era el avión Piper Malibu desaparecido, con el número de registro N264DB visible en una imagen del fuselaje publicada el lunes. Recuperar el cadáver sin sacar el aparato a la superficie no es sencillo, de acuerdo con Ross Taylor, de A-to-Sea Solutions, cuyo barco fue usado en la búsqueda.
“Los buzos pueden sumergirse hasta esa profundidad, pero sería una operación mucho más compleja. A una profundidad de 25 o 30 metros sería mucho más fácil. Pero a 70 metros es algo mucho más grande”.

