La belga Justine Henin-Hardenne está cada vez más cerca de conquistar el número uno del mundo tras avanzar ayer a las semifinales del Masters femenino, una instancia para la que mantiene sus posibilidades la francesa Amelie Mauresmo, vencedora de la suiza Martina Hingis.
Henin-Hardenne, número tres del mundo, se impuso por 6-4 y 6-4 a Petrova, quinta del ranking.
Con el triunfo lidera provisionalmente el grupo amarillo, pero nada puede ya evitar que esté en semifinales.
Y si avanza mañana sábado a la final, se convertirá automáticamente en la número uno de 2006.
"Sentí que Nadia estaba un poco cansada, y aproveché mis oportunidades. Es fantástico, una gran sensación, no pude jugar este torneo los dos últimos años, y estoy viviendo una gran semana", dijo Henin-Hardenne tras su triunfo.
"Pero mi prioridad sigue siendo la de ganar partidos, y no el número uno. Si pensara en el uno sería un gran error", agregó.
Hingis, ex número uno del mundo, comenzó mostrando un gran tenis ante Mauresmo, pero terminó cayendo por 3-6, 6-1 y 6-4.
En el final de la noche la belga Kim Clijsters arrasó a la rusa Svetlana Kuznetsova por 6-1 y 6-1, pero no está en semifinales aún. Si vence hoy a la rusa Elena Dementieva, y en el partido anterior Maria Sharapova derrota a Kuznetsova, la belga estará en semis. Pero si Kuznetsova bate a Sharapova empeora en el grupo rojo.
Lo mejor de Hingis ayer se vio en su brillante primer set, moviendo a la aún número uno por toda la cancha y lanzando acertados "drops" (dejadas) que dejaban impotente a su rival.
Pero la exhibición se terminó junto con el primer set: Hingis pareció acusar el desgaste físico, y Mauresmo, que a esa altura llevaba ganados sólo siete juegos tras un partido y medio en el torneo, decidió que había llegado la hora de exhibir todo su tenis.
Hingis se enfureció en un par de puntos que falló.

