La belga Justine Henin destrozó ayer a la serbia Ana Ivanovic por 6-1 y 6-2 en la final del Abierto de tenis de Francia, y se adjudicó así su tercer título consecutivo en Roland Garros y el cuarto de su carrera.
La número uno del mundo apenas invirtió 65 minutos de juego, su partido más corto del torneo, para derrotar a la inexperta Ivanovic, de 19 años, con lo que además se convierte en la primera jugadora que repite la hazaña de la estadounidense Monica Seles, que ganó tres veces consecutivas en París entre 1990 y 1992.
"Gracias a mi protectora en el cielo, siempre estás conmigo. Siempre estás conmigo en mi corazón", dijo la seria jugadora belga, que ayer se permitió un espacio para la emoción al recordar a su madre, Fransoise, que fue la primera que la llevó a ver la roja arcilla de París y murió cuando la tenista era aún una niña.
La morena Ivanovic, que con su 1.83 metro de altura se ha convertido en el antídoto de adidas contra la rubia rusa de Nike Maria Sharapova, empezó la final con un break sobre el servicio de la campeona, pero su fulgurante comienzo fue un espejismo y pronto se derrumbaron todas las esperanzas de que la nerviosa jugadora serbia pudiera dar una sorpresa frente a la férrea número uno del mundo.

