La tenista belga Justine Henin, número uno del mundo, consiguió salir de la sombra de su compatriota Kim Clijsters y ganarse a los belgas gracias a su séptimo título del Grand Slam, obtenido en Estados Unidos, en un proceso en el que además superó una ruptura matrimonial.
Henin, de 25 años, acaparó las portadas de todos los diarios belgas ayer, lunes, tras derrotar a la rusa Svetlana Kuznetsova en sets corridos en la final del Abierto de Estados Unidos.
Los diarios de la zona valona y de la parte flamenca la alabaron, señalándola como "la mejor tenista del mundo" y "el diamante que todo el mundo envidia".
