NUEVA YORK, Estados Unidos. (AFP).-Martina Hingis estuvo a punto ayer viernes de hacer las maletas y marcharse del Abierto de tenis de Estados Unidos, pero la fortuna vino en su ayuda cuando una inesperada lesión cortó la inspiración de la croata Iva Majoli, que estuvo a dos puntos de dar la sorpresa del certamen.
Hingis comenzó algo confiada y abrió los ojos cuando Majoli, número 47 mundial, le quebró el servicio apenas empezado el juego. Eso dio un mal presagio a la suiza, cuya sonrisa Colgate comenzó a desdibujarse a medida que transcurría el partido, y sólo reapareció al cabo de dos horas y media, cuando finalmente se llevó el triunfo por 6-4, 4-6, 7-6 (7/5).
Ahora todo va ser mejor, estuve a dos puntos de la derrota... sólo tengo que hacer mi juego y, definitivamente, jugar mejor si quiero permanecer en el torneo, dijo una cansada Hingis, que con esta victoria avanzó a la cuarta ronda del último Gran Slam del año, torneo que ya ganó en 1997.
En su próxima salida la número uno mundial y del torneo se medirá con la rubia yugoslava, Jelena Dokic, que impuso su juventud y hambre de triunfo ante la veterana española Arantxa Sánchez-Vicario, para ganarle 6-4, 7-5.
En nueve enfrentamientos previos entre Hingis y Majoli la suiza había ganado siete veces y el último triunfo de la croata fue en la final del Abierto de Francia de 1997, sobre cancha de arcilla.
Empero, Majoli obvió historias viejas y plantó cara con desenfado a la número uno mundial y del certamen y, ante el asombro de Martina, inició el partido quebrándole el saque del primer juego, algo de lo que la suiza no pudo recuperarse.
Siempre he tenido partidos apretados con Iva. Ella me quebró en el primer set y estaba jugando muy bien, pero pude darle vuelta al partido en el segundo. Seguro que fue una dulce victoria.

